Salmos 11:1 - Biblia Martin Nieto Al maestro de coro. De David Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave? Biblia Nueva Traducción Viviente Yo confío en la protección del Señor. Así que, ¿por qué me dicen: «¡Vuela como un ave a las montañas para ponerte a salvo! Biblia Católica (Latinoamericana) En el Señor he puesto mi refugio;
¿cómo dicen a mi alma:
'Huye, cual un pájaro, hacia el monte, La Biblia Textual 3a Edicion Al director del coro. Salmo de David. En YHVH me he refugiado, ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del director. De David. Al Señor yo me acojo, ¿cómo osáis aún decirme: 'Vuela al monte como el ave?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al Músico principal: Salmo de David En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma: Escapa a tu montaña cual ave? |
Los etíopes y los libios constituían un ejército numeroso, con una gran cantidad de carros y caballos. Y, sin embargo, fueron entregados en tus manos porque tú pusiste la confianza en el Señor.
Pero yo respondí: '¿Un hombre como yo darse a la fuga? ¿Qué hombre de mi condición entraría en el santuario para salvar su vida? No, no entraré'.
en ti espero, Dios mío, no quede defraudado; que no triunfen de mí mis enemigos.
Oigo los cuchicheos de la gente -terror por todas partes- , se han puesto de acuerdo contra mí y tratan de matarme.
Señor, Dios mío, tú eres mi refugio, sálvame de mis perseguidores, sálvame;
El Señor es refugio para los oprimidos, su refugio en los tiempos de la angustia.
¿Cómo os atrevéis a decir: 'Somos unos héroes, soldados valientes en el combate'?
En aquel momento se acercaron unos fariseos, y le dijeron: 'Anda, vete de aquí, porque Herodes quiere matarte'.
Aquella misma noche Saúl mandó mensajeros a casa de David para montar vigilancia y matarlo por la mañana. Pero Mical, la mujer de David, le avisó: 'Si no te pones a salvo esta misma noche, mañana te matarán'.
Jonatán volvió a gritar al muchacho: 'Pronto, date prisa, no te detengas'. El muchacho recogió la flecha y se la llevó.
De allí David fue a Mispá de Moab, y dijo al rey de Moab: 'Permite que mis padres se queden con vosotros hasta que sepa lo que Dios quiere de mí'.
David quedó en el desierto, en los lugares fuertes, en la montaña del desierto de Zif. Saúl le buscaba continuamente, pero Dios no le puso en sus manos.
David se dijo: 'Cualquier día voy a perecer a manos de Saúl; nada mejor para mí que refugiarme en el país de los filisteos. Así Saúl desistirá de perseguirme en el territorio de Israel y escaparé de su mano'.