Al maestro de coro. Salmo de David
Oh Dios de mi alabanza, no calles;
Oh Dios, a quien alabo, no te quedes distante y callado
Oh Dios a quien alabo, no guardes silencio,
Al director del coro. Salmo de David. ¡Oh Dios de mi alabanza, no ensordezcas!
Del director. De David. Salmo. Dios de mis alabanzas, no estés mudo,
Al Músico principal: Salmo de David Oh Dios de mi alabanza, no calles;
Tú eres mi Dios, yo te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo.
De David
Cántico. Salmo de Asaf
Oh Dios, sal de tu silencio, no te quedes inmóvil y callado;
Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, él fue mi salvación; él es mi Dios, yo le alabaré; el Dios de mi padre, lo ensalzaré.
He estado en silencio por mucho tiempo, me he callado, me he contenido; ya gimo como mujer en parto, suspiro y jadeo.
Cúrame, Señor, y quedaré curado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi gloria.
Él es tu gloria y tu Dios, que ha hecho por ti cosas grandes y hazañas tremendas, que tus mismos ojos han visto.