Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: '¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?'.
Rut 1:12 - Biblia Martin Nieto Volveos, hijas mías, marchaos. Soy demasiado vieja para volverme a casar. Y aunque pudiese decir: tengo todavía esperanza, concebiré esta noche y tendré hijos, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, Biblia Nueva Traducción Viviente No, hijas mías, regresen a la casa de sus padres, porque ya soy demasiado vieja para volverme a casar. Aunque fuera posible, y me casara esta misma noche y tuviera hijos varones, entonces, ¿qué? Biblia Católica (Latinoamericana) Les repito, regresen a sus hogares, pues yo soy ya vieja para casarme de nuevo. Y aunque tuviera la remota esperanza de casarme esta misma noche y de tener hijos, La Biblia Textual 3a Edicion Volveos hijas mías, id. Pues he envejecido como para tener marido, y aunque dijera: Tengo esperanza; y esta noche estuviera con marido, e incluso diera a luz hijos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Volveos, pues, hijas mías, andad; que yo soy ya demasiado vieja para volver a casarme. Y aunque os dijera que todavía tengo esperanza, y que esta misma noche habría de tener esposo y aún podría dar a luz hijos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Volveos, hijas mías, e idos; que yo ya soy vieja para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo; y esta noche estuviese con marido, y aun diere a luz hijos; |
Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: '¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?'.
Entonces Judá dijo a su nuera: 'Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que se haga mayor mi hijo Selá'. Él se decía: 'No sea que muera también él como sus hermanos'. Tamar volvió a casa de su padre.
Para ser inscrita en el grupo de las viudas, ha de tener por lo menos sesenta años, haberse casado una sola vez
Noemí insistía: 'Volveos, hijas mías; ¿por qué queréis venir conmigo? Yo ya no podré tener más hijos que puedan ser vuestros maridos.
¿podríais vosotras esperar a que fuesen mayores? ¿Ibais por eso a dejar de casaros de nuevo? No, hijas mías; me llenaría de pena por vosotras; la mano del Señor pesa sobre mí'.