Además, Manasés vertió muchísima sangre inocente, hasta anegar Jerusalén de extremo a extremo, aun prescindiendo del pecado que hizo cometer a Judá haciendo lo que es malo a los ojos del Señor.
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Además, Manasés vertió muchísima sangre inocente, hasta anegar Jerusalén de extremo a extremo, aun prescindiendo del pecado que hizo cometer a Judá haciendo lo que es malo a los ojos del Señor.
y de la sangre inocente que él había derramado hasta llenar Jerusalén. El Señor no quiso perdonar.
el malvado dice con arrogancia: '¡No hay Dios!', es todo lo que piensa.
al que difama a su prójimo en secreto lo aniquilo; al soberbio y al ambicioso no los puedo soportar;
Señor, que no me avergüence de haberte invocado; que se avergüencen los malvados y bajen al silencio del abismo;
Los soberbios no resisten delante de tus ojos, aborreces a todos los malhechores,
llevas a la ruina a los mentirosos, al hombre explotador y fraudulento el Señor lo detesta.
Si te dicen: 'Ven con nosotros, acechemos para derramar sangre, tendamos a placer insidias contra el inocente;
porque sus pies corren hacia el crimen, y se apresuran a derramar sangre;
El Señor aborrece los labios mentirosos, y se complace en los que dicen la verdad.
Un lenguaje distinguido no cae bien al insensato, y menos aún una lengua mentirosa al noble.
Ojos altaneros, corazón soberbio; la luz de los criminales es el delito.
La lengua mentirosa odia la verdad, y la boca aduladora causa la ruina.
Un hombre perseguido por homicidio, hasta la tumba huirá; no se le socorre.
Cuando extendéis las manos, aparto mis ojos de vosotros; aunque multipliquéis vuestras plegarias, no las escucho. Vuestras manos están llenas de sangre.
Los ojos soberbios del hombre serán abatidos, y la arrogancia de los mortales se doblegará; sólo el Señor será exaltado el día aquel.
El Señor dice: Por la altivez de las hijas de Sión, que pasan erguida la cabeza y los ojos provocadores; que caminan a pasitos menudos, haciendo tintinear los aros de sus pies,
Su rostro descarado los delata; como Sodoma descubren sus pecados, no los ocultan. ¡Ay de ellos, que su propia desgracia están fraguando!
pero pensad y tened en cuenta que, si me matáis, derramaréis sangre inocente sobre vosotros mismos, sobre esta ciudad y sus habitantes, porque es verdad que el Señor me ha mandado a vosotros a pronunciar todas estas palabras para que las escuchéis'.
Vosotros sois hijos del diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, pues no hay verdad en él. Cuando dice mentira, habla según su propia naturaleza, porque es mentiroso y padre de la mentira.
De esta manera no se derramará sangre inocente dentro de la tierra que el Señor, tu Dios, está para darte en posesión; de lo contrario, la sangre caería sobre ti.
¡Maldito el mercenario que mate por dinero a un inocente! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén!
De igual manera vosotros, jóvenes, vivid sumisos a los ancianos. Revestíos todos mutuamente de humildad, como servidores unos de los otros; porque Dios se enfrenta a los soberbios, pero da su gracia a los humildes.
Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.