Quien maldiga a su propio padre o a su propia madre, será condenado a muerte.
Proverbios 30:11 - Biblia Martin Nieto Raza que maldice a su padre y no bendice a su madre; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. Biblia Nueva Traducción Viviente Algunas personas maldicen a su padre y no son agradecidas con su madre. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Hay personas que maldicen a su padre y no bendicen a su madre, La Biblia Textual 3a Edicion Hay quien maldice a su padre, Y no bendice a su madre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay una raza que maldice a su padre y no bendice a su madre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice. |
Quien maldiga a su propio padre o a su propia madre, será condenado a muerte.
El que maldice a su padre y a su madre verá apagarse su lámpara entre tinieblas.
Escucha a tu padre, que te ha engendrado, y no desprecies a tu madre cuando se haga anciana.
El ojo que se burla de un padre y que desprecia la edad de su madre, los cuervos del torrente lo sacarán y los hijos del águila lo devorarán.
'El que maldiga a su padre o a su madre, será castigado con la muerte; ha maldecido a su padre o a su madre, caiga su sangre sobre él.
El hijo honra a su padre, el siervo honra a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está el honor que me pertenece? Y si soy señor, ¿dónde el respeto que se me debe?, dice el Señor todopoderoso justamente a vosotros, sacerdotes, que mientras despreciáis mi nombre, todavía decís: ¿En qué hemos despreciado tu nombre?
Al ver venir a su bautismo a muchos de los fariseos y saduceos, les dijo: 'Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que os amenaza?
¡Maldito el que desprecie a su padre y a su madre! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén!
Si la viuda tiene hijos o nietos, ellos, antes que nadie, son los que deben cuidar de su propia familia y de recompensar a sus progenitores por los beneficios que han recibido de ellos, pues esto es lo que Dios quiere.
El que no se preocupa de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha renegado de su fe y es peor que un incrédulo.
Vosotros, por el contrario, sois linaje escogido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad, para anunciar las grandezas del que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa,