Corrige a tu hijo y te dará descanso, será las delicias de tu alma.
Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.
Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón.
Corrige a tu hijo si quieres después descansar: entonces te dará grandes alegrías.
Corrige a tu hijo y te dará descanso, Y dará satisfacciones a tu alma.
Corrige a tu hijo: él será tu descanso y hará las delicias de tu alma.
Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará deleite a tu alma.
El hijo sabio es la alegría de su padre, y el hijo necio la tristeza de su madre.
El que no usa la vara odia a su hijo, pero el que le ama le prodiga la corrección.
Castiga a tu hijo mientras hay esperanza, pero no te excedas hasta matarlo.
La necedad va ligada al corazón del niño, pero la vara de la corrección la aleja de él.
La vara y la corrección dan sabiduría, el muchacho consentido es la vergüenza de su madre.