Ajab dijo a Elías: '¿Así que me has sorprendido, enemigo mío?'. 'Sí, te he sorprendido -respondió Elías-; por haberte prestado a hacer lo que es malo a los ojos del Señor,
Proverbios 29:10 - Biblia Martin Nieto Los hombres sanguinarios odian al hombre íntegro, los hombres rectos cuidan de su vida. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto, Mas los rectos buscan su contentamiento. Biblia Nueva Traducción Viviente Los sanguinarios odian a las personas intachables, pero los honrados procuran ayudarlas. Biblia Católica (Latinoamericana) Los violentos aborrecen al hombre integro, los malvados tratan de perderle. La Biblia Textual 3a Edicion Los sanguinarios aborrecen al hombre íntegro, Los rectos se preocupan por él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los sanguinarios odian al inocente, los rectos se preocupan por su vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro; pero los rectos procuran por su alma. |
Ajab dijo a Elías: '¿Así que me has sorprendido, enemigo mío?'. 'Sí, te he sorprendido -respondió Elías-; por haberte prestado a hacer lo que es malo a los ojos del Señor,
El rey de Israel respondió a Josafat: 'Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas. Es Miqueas, hijo de Yimlá'. Josafat dijo: 'No hable así el rey'.
El rey de Israel respondió a Josafat: 'Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas; es Miqueas, hijo de Yimlá'. Josafat dijo: 'No hable así el rey'.
El deseo satisfecho es dulzura para el alma, apartarse del mal es odioso para el necio.
Los hombres justos odian a los criminales y los criminales odian a los justos.
Cuando un sabio discute con un insensato, ya se irrite éste, ya se ría, a ninguna solución llegará.
¿Acaso se devuelve mal por bien? Pues están cavando una fosa para mí. Recuerda cómo me he presentado ante ti para hablarte en favor suyo y alejar de ellos tu furor.
Jeremías lo hizo así, y en seguida tiraron de él con las cuerdas y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías quedó en el patio de la guardia.
Ebedmélec, eunuco etíope del palacio real, oyó decir que habían echado a Jeremías en la cisterna. Y en una ocasión en que el rey se encontraba en la puerta de Benjamín,
Jesús decía: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen'. Y se repartieron sus vestidos a suertes.
Yo no necesito testimonio de ningún hombre; digo estas cosas para que vosotros os salvéis.
Y puesto de rodillas, gritó con fuerte voz: 'Señor, no les tengas en cuenta este pecado'. Y diciendo esto, expiró. Saulo aprobaba este asesinato.
Hermanos, el buen deseo de mi corazón y la súplica que dirijo a Dios es que consigan su salvación.
'Me arrepiento de haber hecho a Saúl rey de Israel, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes'. Samuel se entristeció y estuvo toda la noche rogando al Señor.