Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Proverbios 21:31 - Biblia Martin Nieto

Se apareja el caballo para el día del combate, pero del Señor depende la victoria.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Se equipa al caballo para el día del combate, pero la victoria depende de Yavé.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

El caballo es preparado para el día de la batalla, Pero la victoria es de YHVH.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se adiestra al caballo para el día del combate; pero la victoria es cosa de Yahveh.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El caballo se prepara para el día de la batalla; pero la victoria viene de Jehová.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Proverbios 21:31
13 Tagairtí Cros  

pero él se plantó en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. Y el Señor otorgó una gran victoria.


Tú das a los reyes la victoria, tú salvas a tu siervo David de la espada mortal.


No tiene en cuenta el brío del caballo ni se complace en los músculos del hombre;


Ahora ya lo sé: el Señor da la victoria a su mesías, lo escucha desde los santos cielos por las proezas victoriosas de su diestra.


Unos confían en los carros, otros en los caballos, nosotros en el nombre del Señor, nuestro Dios;


cuántos los que dicen de mi vida: 'Ya ni Dios lo salva'.


Levántate, Señor; sálvame, Dios mío. Tú das de bofetadas a todos mis enemigos y rompes los dientes a los malhechores.


Bendito sea el Señor día tras día, él cuida de nosotros, es nuestro salvador.


También he visto bajo el sol que ni es de los veloces la carrera, ni de los valientes el combate, ni de los sabios el pan, ni de los inteligentes la riqueza, ni de los instruidos la estima, porque el tiempo y la mala suerte alcanzan a todos.


¡Ay de los que bajan a Egipto en busca de ayuda!; de los que confían en caballos y ponen su esperanza en el número de sus carros y en la fuerza de sus jinetes, pero no han puesto sus ojos en el Santo de Israel ni han consultado al Señor.


Oh, sí, las colinas no son más que mentira, así como el tumulto de los montes. Realmente sólo el Señor, nuestro Dios, es la salvación de Israel.


¡Demos gracias a Dios que nos da esta victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!