pero él se plantó en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. Y el Señor otorgó una gran victoria.
Proverbios 21:31 - Biblia Martin Nieto Se apareja el caballo para el día del combate, pero del Señor depende la victoria. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria. Biblia Nueva Traducción Viviente El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Se equipa al caballo para el día del combate, pero la victoria depende de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion El caballo es preparado para el día de la batalla, Pero la victoria es de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se adiestra al caballo para el día del combate; pero la victoria es cosa de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El caballo se prepara para el día de la batalla; pero la victoria viene de Jehová. |
pero él se plantó en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. Y el Señor otorgó una gran victoria.
Tú das a los reyes la victoria, tú salvas a tu siervo David de la espada mortal.
No tiene en cuenta el brío del caballo ni se complace en los músculos del hombre;
Ahora ya lo sé: el Señor da la victoria a su mesías, lo escucha desde los santos cielos por las proezas victoriosas de su diestra.
Unos confían en los carros, otros en los caballos, nosotros en el nombre del Señor, nuestro Dios;
Levántate, Señor; sálvame, Dios mío. Tú das de bofetadas a todos mis enemigos y rompes los dientes a los malhechores.
Bendito sea el Señor día tras día, él cuida de nosotros, es nuestro salvador.
También he visto bajo el sol que ni es de los veloces la carrera, ni de los valientes el combate, ni de los sabios el pan, ni de los inteligentes la riqueza, ni de los instruidos la estima, porque el tiempo y la mala suerte alcanzan a todos.
¡Ay de los que bajan a Egipto en busca de ayuda!; de los que confían en caballos y ponen su esperanza en el número de sus carros y en la fuerza de sus jinetes, pero no han puesto sus ojos en el Santo de Israel ni han consultado al Señor.
Oh, sí, las colinas no son más que mentira, así como el tumulto de los montes. Realmente sólo el Señor, nuestro Dios, es la salvación de Israel.
¡Demos gracias a Dios que nos da esta victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!