Le respondió: 'Porque he dicho a Nabot que me venda la viña o que me la cambie por otra y él no quiere'.
Proverbios 14:30 - Biblia Martin Nieto Un corazón tranquilo es la vida del cuerpo, la envidia es la caries de los huesos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos. Biblia Nueva Traducción Viviente La paz en el corazón da salud al cuerpo; los celos son como cáncer en los huesos. Biblia Católica (Latinoamericana) La paz del corazón fomenta la salud, pero la envidia corroe los huesos. La Biblia Textual 3a Edicion Un corazón apacible es vida para el cuerpo, Pero la envidia es carcoma en los huesos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un corazón tranquilo es vida del cuerpo, la envidia corroe los huesos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El corazón apacible es vida de la carne; pero la envidia, es carcoma de los huesos. |
Le respondió: 'Porque he dicho a Nabot que me venda la viña o que me la cambie por otra y él no quiere'.
Realmente la rabia mata al insensato, la irritación da muerte al necio.
El criminal, al verlo, se enfurece, se consume de rabia, rechinando los dientes. El propósito del criminal será un fracaso.
que yo cumpla perfectamente tus decretos para no tener que avergonzarme.
Una mujer virtuosa es la corona de su marido, una mujer desvergonzada es como la carcoma en sus huesos.
Corazón alegre, excelente remedio; un espíritu abatido seca los huesos.
Sobre todas las cosas, vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.
He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta.
Los patriarcas, envidiosos de José, lo vendieron a Egipto. Pero Dios estaba con él,
Están llenos de injusticia, malicia, perversidad, codicia, maldad; rebosantes de odio, de asesinatos, de disputas, de engaño, de malignidad; chismosos,
Pues el Señor no nos ha dado espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de prudencia.
¿O pensáis que en vano dice la Escritura: El Espíritu de Dios, que habita en nosotros, ama hasta con celos?