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Oseas 7:5 - Biblia Martin Nieto

En el día de nuestro rey los jefes se aturdieron con el vapor del vino, y él tendió la mano a los criminales.

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Biblia Reina Valera 1960

En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con copas de vino; extendió su mano con los escarnecedores.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Durante una fiesta del rey, los príncipes se emborrachan con vino y se entregan a la juerga con los que se burlan de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El día del rey los jefes se calientan y se embriagan, y él tiende su mano a los que se ríen

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La Biblia Textual 3a Edicion

En el día° de nuestro rey, al calor del vino, Los príncipes lo contaminaron,° Y él extendió su mano a los escarnecedores,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En la fiesta de nuestro rey con el calor del vino los príncipes tienden la mano a los agitadores.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con vasos de vino; extendió su mano con los escarnecedores.

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Oseas 7:5
20 Tagairtí Cros  

En efecto, al tercer día, que era su cumpleaños, el Faraón dio un banquete a todos sus servidores, y entre todos se acordó del primer copero y del primer panadero.


El rey, al oír la amenaza que el hombre de Dios había gritado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, y dijo: '¡Prendedlo!'. Pero la mano que había extendido contra él se le quedó tiesa sin poderla mover.


cuando me visto de sayal, soy el hazmerreír de todos ellos;


Anda con los sabios y te harás sabio, el que frecuenta los necios será como ellos.


El vino es pendenciero, los licores insolentes; el que en ellos se pierde no es sabio.


¡Ay de la soberbia corona de los borrachos de Efraín, y de la flor marchita de orgulloso esplendor que domina el fértil valle; ay de los cargados de vino!


Escuchad, pues, la palabra del Señor, los que os mofáis, jefes de este pueblo, que está en Jerusalén.


más aún, te has levantado contra el Señor del cielo: has mandado traer las copas de su templo, y tú, tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas habéis bebido vino en ellas. Has celebrado a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu propio aliento y todos tus caminos.


Con su malicia divierten al rey, y con su perfidia a los príncipes.


Al llegar el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó en presencia de todos, y tanto agradó a Herodes,


Y llegó el día oportuno. Herodes ofrecía un banquete en su cumpleaños a los magnates, a los tribunos y a los grandes personajes de Galilea.


No bebáis vino hasta emborracharos, pues eso lleva al desenfreno; al contrario, llenaos del Espíritu Santo