David dijo a Natán: 'He pecado contra el Señor'. Entonces Natán dijo a David: 'El Señor, por su parte, ha perdonado tu pecado. No morirás.
Números 35:31 - Biblia Martin Nieto No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte: debe morir. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte; indefectiblemente morirá. Biblia Nueva Traducción Viviente Tampoco se aceptará el pago de rescate por la vida de alguien que haya sido juzgado y encontrado culpable de asesinato y condenado a muerte; siempre se debe ejecutar a los asesinos. Biblia Católica (Latinoamericana) No aceptarán rescate por un asesino, pues debe morir. La Biblia Textual 3a Edicion No aceptaréis rescate por la vida del homicida, porque es culpable de muerte. Será muerto irremisiblemente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No aceptaréis rescate por la vida de un homicida que sea reo de muerte; morirá sin remisión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no tomaréis rescate por la vida de un homicida que es culpable de muerte; sino que de cierto se le dará muerte. |
David dijo a Natán: 'He pecado contra el Señor'. Entonces Natán dijo a David: 'El Señor, por su parte, ha perdonado tu pecado. No morirás.
Los gabaonitas le respondieron: 'No se trata de una cuestión de plata o de oro con Saúl y su familia, ni queremos que nadie muera en Israel'. David dijo: 'Haré por vosotros lo que me digáis'.
dame la alegría de tu salvación y que el espíritu generoso me mantenga firme.
Si un hombre se irrita contra su prójimo y lo mata con premeditación, será arrancado incluso de mi altar para hacerlo morir.
Te impondré el castigo reservado a las adúlteras y a las homicidas y te abandonaré a la saña y a los celos.
El que hiera a otro mortalmente, sea quien sea, morirá irremisiblemente.
Si lo hirió con una piedra capaz de causar la muerte, y la muerte se sigue, es homicida, y el homicida será castigado con la muerte.
En casos de homicidio se condenará a muerte al homicida después que hayan declarado los testigos; pero el testimonio de un solo testigo no basta para condenar a muerte a una persona.
Tampoco aceptaréis rescate para dejar salir al refugiado de su ciudad de refugio y que habite en su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.
¡Maldito el que mate a traición a su prójimo! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén!