con el fin de que yo, impulsado por el miedo, obrara así e incurriera en pecado, con lo que ellos encontrarían en esta mala nota un pretexto para desprestigiarme.
Nehemías 6:19 - Biblia Martin Nieto Lo alababan en mi presencia y le transmitían mis palabras. Y Tobías seguía mandando cartas para intimidarme. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 También contaban delante de mí las buenas obras de él, y a él le referían mis palabras. Y enviaba Tobías cartas para atemorizarme. Biblia Nueva Traducción Viviente Constantemente ellos me hablaban de las buenas acciones de Tobías, y luego le contaban todo lo que yo decía. Por su parte, Tobías no dejaba de enviarme cartas amenazadoras a fin de intimidarme. Biblia Católica (Latinoamericana) Incluso llegqron a hablar bien de Tobías delante de mí, al mismo tiempo que le contaban todas mis palabras. Y era éste, Tobías, quien me mandaba cartas para asustarme. La Biblia Textual 3a Edicion Asimismo contaban sus bondades ante mí, y le referían mis palabras; y Tobías enviaba cartas para atemorizarme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Incluso referían ante mí sus buenas cualidades y le hacían saber todo lo que yo hacía. Tobías, por su parte, me enviaba cartas intimidatorias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También contaban delante de mí las buenas obras de él, y a él le referían mis palabras. Y Tobías enviaba cartas para atemorizarme. |
con el fin de que yo, impulsado por el miedo, obrara así e incurriera en pecado, con lo que ellos encontrarían en esta mala nota un pretexto para desprestigiarme.
pues Tobías tenía muchos aliados en Judá por ser yerno de Secanías, hijo de Araj, y estar casado su hijo Yohojanán con la hija de Mesulán, hijo de Berequías.
Lo que intentaban era meternos miedo, pensando que dejaríamos el trabajo, y la obra no se llegaría a realizar. Pero, por el contrario, yo proseguí con más ánimo.
Construida la muralla, y después de haber colocado las hojas de las puertas, quedaron encargados de la vigilancia los porteros, los cantores y los levitas.
Los que abandonan la ley alaban al delincuente, mas los que observan la ley se irritan con él.
Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no sois del mundo, pues yo os elegí y os saqué del mundo, por eso el mundo os odia.
El mundo no os puede odiar; pero a mí me odia, porque testifico de él que sus obras son malas.
Ellos son del mundo, y por eso hablan según el mundo, y el mundo los escucha.