volví a subir de noche por el torrente, inspeccionando siempre la muralla, hasta la puerta del Valle. Por allí regresé a casa,
Nehemías 2:16 - Biblia Martin Nieto sin que los prefectos supieran dónde había ido ni qué había hecho; pues hasta entonces no había comunicado nada a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los prefectos, ni a los otros responsables. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y no sabían los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra. Biblia Nueva Traducción Viviente Los funcionarios de la ciudad no supieron de mi salida ni de lo que hice, porque aún no le había dicho nada a nadie sobre mis planes. Todavía no había hablado con los líderes judíos: los sacerdotes, los nobles, los funcionarios, ni con ningún otro en la administración; Biblia Católica (Latinoamericana) Los consejeros no sabían a dónde había ido ni lo que había hecho. Pues hasta entonces no había dicho nada ni a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los responsables, ni a los consejeros ni a ningún otro funcionario. La Biblia Textual 3a Edicion Pero los prefectos no sabían a dónde yo había ido ni qué había hecho, pues hasta entonces no había informado a los judíos ni a los sacerdotes, ni a los principales ni a los prefectos ni a los demás que hacían la obra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los magistrados no sabían adónde había ido yo ni qué había hecho, porque ni a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los principales, ni a los consejeros, ni al resto de los funcionarios había yo manifestado nada hasta entonces. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no sabían los magistrados a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había yo declarado a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y magistrados, ni a los demás que hacían la obra. |
volví a subir de noche por el torrente, inspeccionando siempre la muralla, hasta la puerta del Valle. Por allí regresé a casa,
Después les dije: 'Ya veis la triste situación en que nos encontramos: Jerusalén destruida, sus puertas consumidas por el fuego. Venid, reconstruyamos la muralla de Jerusalén y no seremos más objeto de escarnio'.
No extendió su mano contra aquellos elegidos de Israel; y ellos vieron a Dios, comieron y bebieron.
El hombre prudente oculta su ciencia, el corazón del insensato publica su necedad.