Ellos maldicen, pero tú bendices, que ellos se avergüencen y tu siervo se alegre;
Nehemías 13:2 - Biblia Martin Nieto por no haber salido a recibir a los israelitas con pan y agua y por haber alquilado a Balaán para que los maldijese, aunque nuestro Dios cambiara la maldición en bendición. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los maldijera; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición. Biblia Nueva Traducción Viviente porque ellos se habían negado a darles comida y agua a los israelitas en el desierto. Por el contrario, contrataron a Balaam para que los maldijera, aunque nuestro Dios convirtió la maldición en bendición. Biblia Católica (Latinoamericana) porque no recibieron con pan y agua a los israelitas, sino que pagaron a Balaam para que los maldijera, pero nuestro Dios cambió la maldición en bendición'. La Biblia Textual 3a Edicion porque no habían salido a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino que alquilaron a Balaam contra ellos para que los maldijera, pero nuestro Dios convirtió la maldición en bendición.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 porque no habían salido al encuentro de los israelitas con pan y agua; y porque sobornaron a Balaán para que los maldijese, si bien nuestro Dios cambió la maldición en bendición. Biblia Reina Valera Gómez (2023) por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, antes alquilaron a Balaam contra ellos, para que los maldijese; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición. |
Ellos maldicen, pero tú bendices, que ellos se avergüencen y tu siervo se alegre;
Pueblo mío, recuerda lo que tramaba contra ti Balac, rey de Moab, y lo que contestó Balaán, hijo de Beor. Acuérdate de Sitín y de Guilgal, para que conozcas las obras justas del Señor'.
Balaán pronunció esta profecía: 'Levántate, Balac, y escucha; pon atención, hijo de Sipor.
Y el rey les dirá: Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.
ni el amonita, ni el moabita, ni sus descendientes, aun de la décima generación, y esto para siempre,
pues no os salieron a recibir con pan y agua en vuestro viaje cuando veníais de Egipto, sino que llamaron a Balaán, hijo de Beor, desde Petor, en Mesopotamia, y le pagaron para que te maldijese.
Abandonaron el buen camino, se extraviaron y siguieron el ejemplo de Balaán, hijo de Beor, que habiendo buscado el salario de la injusticia,