'¡Ay, Señor! Acuérdate de que me he conducido en tu servicio con fidelidad y de todo corazón, y he hecho lo que es justo a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar amargamente.
Nehemías 13:14 - Biblia Martin Nieto ¡Acuérdate de mí por esto, oh Dios mío, y no olvides las obras buenas que hice por el templo de mi Dios y por su servicio! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no borres mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en su servicio. Biblia Nueva Traducción Viviente Recuerda esta buena obra, oh Dios mío, y no olvides todo lo que fielmente he hecho por el templo de mi Dios y sus servicios. Biblia Católica (Latinoamericana) Acuérdate, Dios mío, de lo que hice entonces, no te olvides de las buenas obras que realicé por la casa de mi Dios y para mantener sus ritos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Acuérdate de mí por esto, oh Dios mío, y no borres mis buenas obras que he hecho para la Casa de mi Dios y por su cuidado! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Acuérdate de mí, oh Dios mío, por estas cosas, y no borres las obras piadosas que he hecho por el templo de Yahveh y por su servicio! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no borres mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en el servicio en ella. |
'¡Ay, Señor! Acuérdate de que me he conducido en tu servicio con fidelidad y de todo corazón, y he hecho lo que es justo a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar amargamente.
Además, todo el oro y plata de mi propiedad personal lo doy por amor del templo de mi Dios;
Fue sepultado en la ciudad de David con los reyes, porque había hecho el bien en Israel, y con Dios y su templo.
Si, a tu parecer, se necesita todavía alguna otra cosa para el templo de tu Dios, recibirás el dinero de los tesoros reales.
Os hacemos saber también que a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo, en una palabra, a ninguno de los que prestan servicio en este templo de Dios, se le podrá imponer tributo, impuesto o derecho de paso.
¡Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres, que tan bien dispuso el corazón del rey para glorificar el templo del Señor en Jerusalén,
Ordené también a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para que se santificara el sábado. ¡También por esto, acuérdate de mí, oh Dios mío, y ten piedad de mí conforme a tu gran misericordia!
la ofrenda de la leña en sus plazos señalados y la de las primicias. ¡Acuérdate de mí, oh Dios mío, para mi bien!
¡Acuérdate, oh Dios mío, para mi bien, de todo lo que he hecho por este pueblo!
'Señor, acuérdate, por favor, de que he caminado fielmente en tu presencia con corazón honrado, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar copiosamente.
Porque Dios no es injusto como para olvidar vuestras buenas obras y el amor que habéis demostrado hacia su nombre en el servicio que habéis prestado y seguís prestando a los creyentes.
El vencedor será revestido de vestiduras blancas, yo no borraré jamás su nombre del libro de la vida y reconoceré su nombre delante de mi Padre y de los ángeles.