Él me puede matar; no tengo otra esperanza que defender en su presencia mi conducta.
Mateo 15:28 - Biblia Martin Nieto Entonces Jesús le dijo: '¡Oh mujer, qué grande es tu fe! Que te suceda como quieres'. Y desde aquel momento su hija quedó curada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Biblia Nueva Traducción Viviente —Apreciada mujer —le dijo Jesús—, tu fe es grande. Se te concede lo que pides. Y al instante la hija se sanó. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús le dijo: 'Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo. Y en aquel momento quedó sana su hija. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija quedó sana desde aquella hora. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces le dijo Jesús: '¡Mujer, qué grande es tu fe! Que te suceda como deseas'. Y en aquel mismo momento quedó curada su hija. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. |
Él me puede matar; no tengo otra esperanza que defender en su presencia mi conducta.
Él, sin embargo, conoce mis caminos. Póngame a prueba; saldré como oro puro.
Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo: 'Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?'.
Ella dijo: 'Cierto, Señor; pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos'.
Jesús, al oírlo, quedó admirado y dijo a los que lo seguían: 'Os aseguro que en Israel no he encontrado a nadie con una fe como ésta.
Y Jesús dijo al oficial: 'Anda, y que suceda como has creído'. Y en aquella misma hora el criado se curó.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: 'Ánimo, hija, tu fe te ha curado'. Y la mujer quedó curada desde aquel momento.
Él dijo a la mujer: 'Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, libre ya de tu enfermedad'.
Al oírlo, quedó admirado y dijo a los que lo seguían: 'Os aseguro que ni en Israel he encontrado una fe como ésta'.
Hermanos, es nuestro deber y es de justicia dar gracias a Dios por vosotros, por los grandes progresos de vuestra fe y por el amor cada vez más grande que os tenéis unos a otros,
Por eso, palabra del Señor, Dios de Israel: Yo había prometido que tu casa y la casa de tu padre estarían por siempre ante mí para servirme; pero ahora, palabra del Señor, lejos de mí tal cosa; porque yo honro a los que me honran, y los que me desprecian serán tratados como nada.