Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; y si también en ésta os persiguen, huid a otra. Os aseguro que no se acabarán las ciudades de Israel hasta que venga el hijo del hombre'.
Mateo 12:15 - Biblia Martin Nieto Jesús se enteró y se alejó de allí. Lo siguieron muchos y los curó a todos, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jesús sabía lo que ellos tenían en mente. Entonces salió de esa región, y mucha gente lo siguió. Sanó a todos los enfermos de esa multitud, Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús lo supo y se alejó de allí, pero muchas personas lo siguieron, y él sanó a cuantos estaban enfermos. La Biblia Textual 3a Edicion Y Jesús, sabiéndolo, se apartó de allí, pero muchos lo siguieron, y los sanó a todos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al saberlo Jesús, se alejó de allí. Muchos lo siguieron; y él a todos los curó, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y grandes multitudes le seguían, y sanaba a todos. |
Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; y si también en ésta os persiguen, huid a otra. Os aseguro que no se acabarán las ciudades de Israel hasta que venga el hijo del hombre'.
Adonde entraba, aldeas, ciudades o caseríos, ponían a los enfermos en las plazas y le pedían que les dejase tocar al menos la orla de su manto, y todos los que lo tocaban quedaban curados.
Por aquellos días fue Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.
La gente, al saberlo, lo siguió. Él los recibió bien, les habló sobre el reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.
Por eso Jesús no andaba ya públicamente entre los judíos, sino que se fue a una región cerca del desierto, a una ciudad llamada Efraín, y allí se quedó con sus discípulos.
Después de esto Jesús andaba por Galilea y evitaba andar por Judea, porque los judíos intentaban matarlo.
Debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día. Cuando viene la noche nadie puede trabajar.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos.
Más aún, ésta es vuestra vocación, pues también Cristo sufrió por vosotros, y os dejó ejemplo para que sigáis sus pasos.