Isaac sembró la tierra donde estaba, y aquel año recolectó cien veces más. ¡Tanto le bendijo el Señor!
Marcos 4:20 - Biblia Martin Nieto Los que reciben la semilla en tierra buena son aquellos que oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, el treinta, el sesenta o el ciento por uno'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Biblia Nueva Traducción Viviente Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que oyen y aceptan la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!». Biblia Católica (Latinoamericana) Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado la palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento. La Biblia Textual 3a Edicion Pero los que fueron sembrados en buena tierra son aquellos que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto, uno a treinta, y uno a sesenta, y uno a ciento.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Finalmente, otros hay que reciben la semilla en tierra buena; son los que oyen la palabra y la aceptan en su corazón y dan fruto al treinta por uno, al sesenta, o al ciento'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la palabra y la reciben, y llevan fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento por uno. |
Isaac sembró la tierra donde estaba, y aquel año recolectó cien veces más. ¡Tanto le bendijo el Señor!
Lo sembrado en tierra buena es el que oye la palabra y la entiende y da fruto, ciento, sesenta y treinta por uno'.
Otra parte cayó en tierra buena, y dio frutos; una ciento, otra sesenta, otra treinta.
Otra parte cayó en tierra buena y dio fruto lozano y crecido, una treinta, otra sesenta y otra ciento'.
Y la que cayó en tierra buena son los que escuchan la palabra con corazón bueno y generoso, la conservan y por su constancia dan fruto'.
No me elegisteis vosotros a mí, sino yo a vosotros; y os designé para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, a fin de que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
Él corta todos los sarmientos que no dan fruto en mí, y limpia los que dan fruto para que den más.
Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley en la persona de Cristo, a fin de pertenecer a otro, al resucitado de entre los muertos, para que produzcamos frutos para Dios.
llenos de frutos de justicia por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
y os comportéis de una manera digna del Señor, intentando complacerle en todo, fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios,
En fin, hermanos, os pedimos y os exhortamos en el nombre de Jesús, el Señor, a que os portéis de la manera que os enseñamos para agradar a Dios; ya lo hacíais, pero hacedlo todavía mejor.
pues si estas virtudes se encuentran en vosotros y van en aumento, no permaneceréis ociosos y estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.