Venid, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; si fueren rojos cual la púrpura, se volverán como la lana.
Marcos 2:17 - Biblia Martin Nieto Jesús lo oyó y les dijo: 'No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí. No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús los oyó y les dijo: 'No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. La Biblia Textual 3a Edicion Al oírlo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Jesús lo oyó, les dice: 'No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyéndolo, Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. |
Venid, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; si fueren rojos cual la púrpura, se volverán como la lana.
Deje el malvado su camino, y el malhechor sus pensamientos; conviértase al Señor, que tendrá piedad de él; a nuestro Dios, que es generoso en el perdón.
El corazón es complejo más que toda otra cosa y perverso: ¿quién lo conoce a fondo?
Guardaos de despreciar a uno de estos pequeñuelos, porque yo os digo que sus ángeles en los cielos están continuamente en la presencia de mi Padre celestial.
Os digo que así se alegrarán los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente'.
Él contestó a su padre: Hace ya tantos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes, y nunca me has dado ni un cabrito para celebrar una fiesta con mis amigos.
Pues bien, os digo que habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse'.
Y les dijo: 'Vosotros presumís de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que se estima tanto entre los hombres, no tiene valor alguno ante Dios.
El hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido'.
Le respondieron: 'Todo tú eres pecado desde que naciste, y ¿nos enseñas a nosotros?'. Y lo expulsaron de la sinagoga. CONCLUSIÓN
Al oír esto, algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: '¿Somos también nosotros ciegos?'.
instando a judíos y griegos a convertirse a Dios y a la fe en Jesús nuestro Señor.
sino que, primero a los de Damasco, luego a los de Jerusalén y de todo el territorio de Judea y, por fin, a los paganos les he predicado que se arrepientan y se conviertan a Dios observando una conducta de arrepentimiento sincera.
que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.