Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con su capa, salió fuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le preguntó: '¿Qué haces aquí, Elías?'.
Marcos 14:54 - Biblia Martin Nieto Pedro le había seguido de lejos hasta el patio del palacio del sumo sacerdote, y se quedó con los criados calentándose al fuego. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, Pedro lo siguió de lejos y entró directamente al patio del sumo sacerdote. Allí se sentó con los guardias para calentarse junto a la fogata. Biblia Católica (Latinoamericana) Pedro lo había seguido de lejos hasta el patio interior del Sumo Sacerdote, y se sentó con los policías del Templo, calentándose al fuego. La Biblia Textual 3a Edicion Y Pedro lo siguió de lejos, hasta dentro del patio del sumo sacerdote, y estaba sentado con los criados calentándose al fuego. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote, donde se quedó sentado con los criados, calentándose a la lumbre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Pedro le siguió de lejos hasta adentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los siervos, calentándose al fuego. |
Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con su capa, salió fuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le preguntó: '¿Qué haces aquí, Elías?'.
Llegó y pasó la noche en una cueva. El Señor le dijo: '¿Qué haces aquí, Elías?'.
Entonces se reunieron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, llamado Caifás,
Pedro lo había seguido de lejos hasta el palacio del sumo sacerdote; entró y se sentó con los criados para ver el fin.
Velad y orad, para que no caigáis en tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil'.
Pedro estaba sentado abajo, en el patio; llegó una de las criadas del sumo sacerdote
Entró en agonía, y oraba más intensamente; sudaba como gotas de sangre, que corrían por el suelo.
Lo apresaron y lo condujeron a la casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.
Los criados y los guardias estaban en pie, calentándose, pues habían encendido fuego porque hacía frío. Pedro estaba también en pie calentándose con ellos.
Simón Pedro continuaba allí, de pie, calentándose. Le preguntaron: '¿No eres tú también de sus discípulos?'. Él lo negó, diciendo: 'No soy'.
algunos pasaron, atravesando el Jordán, al país de Gad y de Galaad. Saúl estaba todavía en Guilgal, y todo el pueblo que le seguía estaba lleno de miedo.