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Marcos 10:48 - Biblia Martin Nieto

La gente le reprendía para que se callase, pero él gritaba con más fuerza: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'.

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Biblia Reina Valera 1960

Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«¡Cállate!», muchos le gritaban, pero él gritó aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Muchas personas trataban de hacerlo callar. Pero él gritaba con más fuerza: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y muchos lo reprendían para que callara, pero él gritaba más y más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Muchos lo reprendían para que se callara; pero él gritaba todavía más fuerte: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y muchos le reprendían para que callara; pero él, mucho más gritaba: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

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Marcos 10:48
15 Tagairtí Cros  

Dios ha dicho una cosa, y luego otra; yo lo he oído;


Me buscaréis y me hallaréis, porque me habréis buscado de todo corazón.


Entonces le presentaron unos niños para que les impusiera las manos y rezase por ellos. Los discípulos los regañaban,


La gente los reprendió para que se callasen, pero ellos gritaban con más fuerza: '¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!'.


Cuando salió de allí, le siguieron dos ciegos, gritando: '¡Ten compasión de nosotros, hijo de David!'.


Le presentaron unos niños para que les impusiera las manos. Los discípulos los regañaban.


Todavía estaba hablando, cuando llegaron algunos de casa del jefe de la sinagoga diciendo: 'Tu hija ha muerto. No molestes ya al maestro'.


Los que iban delante lo reprendieron para que callase, pero él gritaba con más fuerza: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'.


orando sin cesar bajo la guía del Espíritu con toda clase de oraciones y súplicas; estad alerta y pedid constantemente por todos los creyentes;


Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;