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Marcos 10:22 - Biblia Martin Nieto

Al oír esto, el joven se fue muy triste, porque tenía muchos bienes.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Al oír esto, el hombre puso cara larga y se fue triste porque tenía muchas posesiones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero él, entristecido por estas palabras, se marchó apenado, porque era de los que° tienen° muchas posesiones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ante estas palabras, al joven se le anubló el semblante y se fue lleno de tristeza, pues poseía muchos bienes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

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Marcos 10:22
20 Tagairtí Cros  

Vienen a ti en masa, mi pueblo se sienta delante de ti, escucha tus palabras; pero luego no las ponen en práctica, porque tienen en su boca la mentira y su corazón va tras la ganancia injusta.


Lo sembrado entre zarzas es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y la seducción de la riqueza ahogan la palabra y queda sin fruto.


Al oír esto, el joven se fue muy triste, porque tenía muchos bienes.


Judas, el traidor, al ver que Jesús había sido condenado, se arrepintió y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo:


Jesús lo miró con amor y le dijo: 'Te queda una cosa que hacer: Anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme'.


Jesús miró alrededor y dijo a sus discípulos: '¡Qué difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!'.


porque Herodes respetaba a Juan, pues reconocía que era un hombre justo y santo, y lo protegía; cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.


El rey se entristeció mucho, pero no quiso desairarla por el juramento y por los invitados.


Y prosiguió: 'Guardaos bien de toda avaricia; que, aunque uno esté en la abundancia, no tiene asegurada la vida con sus riquezas'.


El joven, al oír esto, se quedó muy triste, porque era muy rico.


La tristeza querida por Dios produce un arrepentimiento salvador, de la que no hay que lamentarse, mientras que la tristeza producida por el mundo engendra la muerte.


Porque tened bien entendido que ningún lujurioso, impuro o avaro -que es lo mismo que un idólatra- ha de heredar el reino de Cristo y de Dios.


pues Dimas, llevado por el amor a las cosas de este mundo, me ha abadonado y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia, y Tito a Dalmacia.