Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: 'Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.
Marcos 1:1 - Biblia Martin Nieto Principio del evangelio de Jesucristo, hijo de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios. Comenzó Biblia Católica (Latinoamericana) Este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo de Dios). La Biblia Textual 3a Edicion Principio del evangelio° de Jesús el Mesías. ° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. |
Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: 'Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.
Y los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: 'Verdaderamente tú eres el hijo de Dios'.
Aún estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y una voz desde la nube dijo: 'Éste es mi hijo amado, mi predilecto, escuchadlo'.
El tentador se acercó y le dijo: 'Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.
El ángel le contestó: 'El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño que nazca será santo y se le llamará Hijo de Dios.
Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /
Natanael le respondió: 'Rabí, tú eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel'. Jesús le contestó:
Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el mesías, el hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
'Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
a partir del bautismo de Juan hasta el día en que subió al cielo, sea constituido testigo de su resurrección con nosotros'.
Antes de su venida, Juan había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo de conversión.
En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana.
El que no perdonó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente con él todas las cosas?