Y tú les replicarás: 'Esto dice el Señor: Voy a emborrachar a todos los habitantes de este país, a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén.
Malaquías 2:1 - Biblia Martin Nieto Ahora, esta amonestación se dirige a vosotros, sacerdotes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Biblia Nueva Traducción Viviente »Escuchen, ustedes sacerdotes, ¡este mandato es para ustedes! Biblia Católica (Latinoamericana) Para ustedes, sacerdotes, es también esta advertencia. Si no la escuchan ni se preocupan de glorificar mi nombre, dice Yavé de los Ejércitos, les lanzaré la maldición y maldeciré también sus bendiciones. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y ahora, sacerdotes, tened esto presente: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. |
Y tú les replicarás: 'Esto dice el Señor: Voy a emborrachar a todos los habitantes de este país, a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén.
Fue por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que en medio de ella derramaban la sangre de los justos.
Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor,
¡Maldito el tramposo que, teniendo en su rebaño un macho perfecto, hace una promesa y ofrece al Señor en sacrificio otro defectuoso! Yo soy un gran rey -dice el Señor todopoderoso-, y mi nombre es temible entre las naciones.
El hijo honra a su padre, el siervo honra a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está el honor que me pertenece? Y si soy señor, ¿dónde el respeto que se me debe?, dice el Señor todopoderoso justamente a vosotros, sacerdotes, que mientras despreciáis mi nombre, todavía decís: ¿En qué hemos despreciado tu nombre?
Si no escucháis ni os preocupáis de glorificar mi nombre -dice el Señor todopoderoso-, yo mandaré contra vosotros la maldición; maldeciré vuestras bendiciones; incluso las he maldecido ya, porque no hay entre vosotros quien tome esto en consideración.