ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzados, ni bastón, porque el obrero merece su salario.
Lucas 22:36 - Biblia Martin Nieto Y añadió: 'Ahora, el que tenga bolsa que la tome, y lo mismo la alforja; y el que no tenga, venda su manto y compre una espada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. Biblia Nueva Traducción Viviente —Pero ahora —les dijo—, tomen su dinero y un bolso de viaje; y si no tienen espada, ¡vendan su manto y compren una! Biblia Católica (Latinoamericana) Y Jesús agregó: 'Pues ahora, el que tenga cartera, que la tome, y lo mismo el equipaje. Y el que no tenga espada, que venda el manto para comprarse una. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces les dijo: Pero ahora, el que tiene bolsa, tómela; lo mismo también alforja; y el que no tiene espada, venda su manto y cómprela.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les añadió: 'Pues ahora, el que tenga bolsa, que la lleve consigo; y lo mismo el que tenga una alforja; y el que no tenga espada, que venda su manto y la compre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja, y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. |
ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzados, ni bastón, porque el obrero merece su salario.
Después les dijo: 'Cuando os envié sin bolsa, sin alforjas y sin sandalias, ¿os faltó algo?'. Ellos contestaron: 'Nada'.
Pues os digo que debe cumplirse en mí lo que está escrito: Y fue contado entre los delincuentes. Porque se acerca el cumplimiento de todo lo que se refiere a mí'.
Ellos le dijeron: 'Señor, aquí hay dos espadas'. Les respondió: 'Es bastante'.
Recordad que os he dicho: 'El criado no es más que su amo'. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; y si han rechazado mi doctrina, también rechazarán la vuestra.
Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulaciones; pero tened ánimo, que yo he vencido al mundo'.
Durante nuestra estancia entre vosotros os predecíamos ya que habríamos de tener tribulaciones, como realmente ha sucedido. Bien lo sabéis.
Por eso, si Cristo sufrió en su carne mortal, haceos la cuenta de que también vosotros tenéis que sufrir, el que está dispuesto a sufrir en su carne ha roto con el pecado.