Preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamase.
Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar.
Entonces, le preguntaron por gestos al padre cómo quería que se llamara.
Preguntaron por señas al padre cómo quería que lo llamasen.
Y por señas le preguntaban a su padre cómo desearía llamarlo.
Preguntaron, pues, por señas a su padre cómo quería que se le llamara.
Entonces hicieron señas a su padre, preguntándole cómo le quería llamar.
Cuando salió, no podía hablarles, por lo que comprendieron que había tenido alguna visión en el santuario. Él les hacía señas y permaneció mudo.
Le advirtieron: 'No hay nadie en tu familia que se llame así'.