Pero el Señor omnipotente ha revelado a mis oídos: ¡No será perdonado este pecado hasta que muráis! -dice el Señor Dios omnipotente-.
Levítico 15:21 - Biblia Martin Nieto El que toque su lecho, lavará sus vestidos, se bañará con agua y será impuro hasta la tarde. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cualquiera que tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien llega a tocar la cama de la mujer, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer. Biblia Católica (Latinoamericana) Quien toque su cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y permanecerá impuro hasta la tarde. La Biblia Textual 3a Edicion Cualquiera que toque el lecho de ella, lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien toque su cama, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus vestiduras, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la tarde. |
Pero el Señor omnipotente ha revelado a mis oídos: ¡No será perdonado este pecado hasta que muráis! -dice el Señor Dios omnipotente-.
El solo contacto con los animales impuros os contaminará; el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde;
Todo aquello sobre lo que duerma o se siente durante su impureza será impuro.
El que toque un mueble en el que ella se haya sentado, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde.
Todo lo que toque el impuro quedará impuro, y el que toque al impuro quedará también impuro hasta la tarde'.
Hermanos míos, ya que tenemos estas promesas, purifiquémonos de todo lo que mancha el cuerpo o el espíritu, perfeccionando nuestra consagración en el temor de Dios.
porque, de otro modo, hubiese tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo; pero ahora se ha manifestado una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado por su sacrificio.
Yo le respondí: 'Señor, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Ésos son los supervivientes de la gran persecución, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero.