¡Piedad, piedad de mí, vosotros, mis amigos, pues es la mano de Dios la que me ha herido!
Lamentaciones 3:1 - Biblia Martin Nieto Yo soy el hombre que ha sufrido la miseria bajo el azote de su furor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo soy el que ha visto las aflicciones que provienen de la vara del enojo del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo soy el hombre que ha visto la miseria
bajo el látigo del furor de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion a ¡Yo soy el hombre!, él° ha visto aflicción bajo la vara de su ira. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Álef. Yo soy el hombre que conoció la aflicción bajo el látigo de su furor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy el hombre que ha visto aflicción por la vara de su enojo. |
¡Piedad, piedad de mí, vosotros, mis amigos, pues es la mano de Dios la que me ha herido!
Por tu indignación y tu furor me has levantado y me has tirado lejos;
Tú que me has hecho pasar tantas desgracias, tantos males, dame vida de nuevo, hazme salir de nuevo de los abismos de la tierra;
Me has puesto en lo más hondo de la fosa, en la profundidad y en las tinieblas del abismo;
Despreciado, desecho de la humanidad, hombre de dolores, avezado al sufrimiento, como uno ante el cual se oculta el rostro, era despreciado y desestimado.
Entonces ellos agarraron a Jeremías y lo arrojaron en la cisterna del príncipe Malquías, situada en el patio de la guardia, bajándolo con cuerdas. En la cisterna no había agua, sino fango, y Jeremías se hundió en él.
hombres, mujeres y niños, las princesas reales y cuantas personas había dejado Nebuzardán, jefe de la escolta, con Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán; también se llevaron al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías,
Por la herida de la hija de mi pueblo estoy herido, angustiado; el espanto me invade.