Porque de la multitud de las preocupaciones nacen los sueños, y por el exceso de palabras se dicen disparates.
Jueces 21:1 - Biblia Martin Nieto Los israelitas habían hecho este juramento en Mispá: 'Ninguno de nosotros dará su hija a ninguno de Benjamín por mujer'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los varones de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por mujer. Biblia Nueva Traducción Viviente Los israelitas habían jurado en Mizpa: «Nunca daremos nuestras hijas en matrimonio a ningún hombre de la tribu de Benjamín». Biblia Católica (Latinoamericana) Los israelitas habían hecho este juramento en Mispá: 'Ninguno de nosotros dará su hija en matrimonio a alguien de Benjamín'. La Biblia Textual 3a Edicion Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por mujer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los hombres de Israel habían hecho este juramento en Mispá: 'Ninguno de nosotros entregará su hija por esposa a los de Benjamín'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los varones de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por esposa. |
Porque de la multitud de las preocupaciones nacen los sueños, y por el exceso de palabras se dicen disparates.
Si juras por la vida del Señor con verdad, rectitud y justicia, las naciones se congratularán con él, y en él se gloriarán.
Y Jeremías se fue a Mispá, donde Godolías, hijo de Ajicán, y vivió con él entre el pueblo que había quedado en el país.
Cuando se hizo de día, los judíos convocaron una reunión, en la que se comprometieron bajo juramento a no comer ni beber hasta que matasen a Pablo.
Yo soy testigo de que buscan ardientemente a Dios, pero sin saber cómo,
Todos los israelitas como un solo hombre, desde Dan hasta Berseba y la región de Galaad, fueron a reunirse ante el Señor en Mispá.
uno de cada diez hombres de todas las tribus de Israel se encargará de conseguir víveres para el ejército; los demás irán a dar su merecido a Guibeá de Benjamín por la infamia que han cometido en Israel'.
Los israelitas atacaron a los de Benjamín y los pasaron a espada, a los hombres, a los animales y a todo lo que encontraron. A todas las ciudades que encontraron les prendieron fuego.
Todo el pueblo se levantó como un solo hombre, diciendo: 'Ninguno de nosotros volverá a su tienda, ninguno volverá a su casa.
Porque nosotros no podemos darles por mujeres a nuestras hijas, ya que los israelitas hicieron este juramento: Maldito quien dé mujer a Benjamín'.
Cuando sus padres o sus hermanos vengan a querellarse con vosotros, les diremos: Perdonadlos por haber tomado cada uno su mujer, como en guerra; porque si se las hubieseis dado vosotros, entonces vosotros seríais culpables'.
Se preguntaron: '¿Quién de entre todas las tribus de Israel no acudió a la asamblea del Señor?'. Porque habían jurado solemnemente que quien no subiese a Mispá ante el Señor sería castigado con la muerte.
¿Qué haremos para dar mujeres a los que quedan? Porque hemos jurado ante el Señor no darles nuestras hijas por mujeres'.
Los israelitas estaban agotados. Entonces Saúl hizo prestar al pueblo este juramento: 'Maldito el hombre que tome alimento antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos'. Y nadie comió nada.