Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Josué 11:21 - Biblia Martin Nieto

Josué se puso en marcha, exterminó a los anaquitas de la montaña, de Hebrón, de Debir, de Anab, de toda la montaña de Judá y de toda la montaña de Israel, y destruyó todas sus ciudades.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

También en aquel tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes de Hebrón, de Debir, de Anab, de todos los montes de Judá y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Durante ese período, Josué destruyó a todos los descendientes de Anac, quienes vivían en la zona montañosa de Hebrón, Debir, Anab y en toda la región montañosa de Judá e Israel. Los mató a todos y destruyó sus ciudades por completo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

En ese tiempo, Josué se devolvió para exterminar a los anaquim de la montaña, de Hebrón, de Debir, de Anab, en una palabra de toda la montaña de Judá y de toda la montaña de Israel: los condenó al anatema junto con sus ciudades.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

En aquel tiempo Josué llegó y exterminó a los anaceos de la región montañosa de Hebrón, de Debir, de Anab, de toda la serranía de Judá, y de toda la serranía de Israel. Josué los destruyó completamente, junto con sus ciudades.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por aquel tiempo se puso en campaña Josué y exterminó a los anaquitas de la montaña, de Hebrón, de Debir, de Anab y de todos los montes de Judá y de Israel. Los entregó al anatema, con sus ciudades.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

También en el mismo tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de las montañas, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todas las montañas de Judá, y de todas las montañas de Israel: Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Josué 11:21
18 Tagairtí Cros  

Oh, sí, las colinas no son más que mentira, así como el tumulto de los montes. Realmente sólo el Señor, nuestro Dios, es la salvación de Israel.


quien quiera presumir, que presuma de esto: De tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra. Sí, esto es lo que me agrada -dice el Señor-.


Y, sin embargo, yo exterminé delante de ellos al amorreo, alto como los cedros y fuerte como las encinas; destruí su fruto por arriba y por abajo sus raíces.


Hemos visto hasta gigantes, hijos de Anac; ante ellos, nosotros parecíamos langostas, y esa impresión tenían también ellos'.


¿Dónde vamos a ir? Nuestros hermanos nos han desanimado al decirnos: Son más numerosos y más fuertes que nosotros; las ciudades son grandes, y sus murallas llegan hasta el cielo. Hemos visto entre ellos incluso descendientes de Anac.


nación grande, numerosa y de alta estatura, como los anaquitas. El Señor los destruyó ante los amonitas, que los echaron y se establecieron en su lugar;


Se trata de un pueblo numeroso, de estatura gigantesca, descendiente de los anaquitas, que tú ya conoces y de los cuales has oído decir: ¿Quién podrá mantenerse firme ante los hijos de Anac?


Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por Israel.


Vi aparecer un caballo blanco; el jinete tenía arco, se le dio una corona y salió como vencedor y para vencer.


Siguiendo las órdenes de Moisés, Hebrón fue dado a Caleb, que echó de allí a los tres hijos de Anac.