¿Quién le desafió sin salir malparado? ¡Nadie bajo los cielos todos!
¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas?
¿Te rogará misericordia o suplicará compasión?
¿Quién lo ha desafiado y quedó con vida? ¡Nadie, bajo ningún cielo!
¿Se acercará a ti con muchas súplicas, O te hablará con palabras sumisas?
¿Quién fue a su encuentro impunemente? ¡Nadie bajo la capa del cielo!
Nadie hay tan audaz que se atreva a excitarlo. Y ¿quién puede resistirle a la cara?
Y no quiero silenciar sus miembros, su fuerza, su complexión maravillosa.
Salmo de David
Levantan la mano contra sus aliados y rompen el pacto;
Si escucháis atentamente mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi especial propiedad entre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra;
El pobre habla suplicando, y el rico responde con dureza.
Con la paciencia se consigue persuadir al juez, y la lengua dulce rompe los huesos.
Dicen a los videntes: No tengáis visiones, y a los profetas: No profeticéis la verdad para nosotros: decidnos cosas seductoras, profetizad ilusiones;
Mía es la plata y mío es el oro, dice el Señor todopoderoso.