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Job 4:9 - Biblia Martin Nieto

Bajo el soplo de Dios perecen éstos, por el viento de su ira son aniquilados.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Perecen por el aliento de Dios, Y por el soplo de su ira son consumidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Un soplo de Dios los destruye y se desvanecen con una ráfaga de su enojo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dios los hace perecer con el aliento de su boca y los aniquila con el soplo de su cólera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por el aliento de Dios perecen, Y por el soplo de su ira son consumidos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ante el aliento de Dios perecen, el soplo de su cólera los destruye.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Perecen por el soplo de Dios, y por el aliento de su nariz son consumidos.

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Job 4:9
13 Tagairtí Cros  

Voy a infundirle un espíritu tal que, al oír cierta noticia, se volverá a su tierra, y allí le haré morir a espada'.


se levantó un gran viento del lado del desierto, que sacudió las cuatro esquinas de la casa, y ésta se derrumbó sobre los jóvenes, que quedaron muertos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia'.


No escapará de las tinieblas: agostará la llama sus renuevos, y su fruto será sacudido por el viento.


¡Difunde los furores de tu ira, con una mirada abate al arrogante!


¡Tápalos juntos en el polvo, cierra su rostro en la mazmorra!


lanzó sus flechas y los dispersó, fulminó sus rayos y los ahuyentó.


Soplaste con tu aliento, y los cubrió la mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.


Al soplo de tu cólera se agolparon las aguas, se irguieron cual pilares las corrientes; se cuajaron los abismos en medio de la mar.


juzgará con justicia a los débiles, y con rectitud a los pobres del país; al tirano herirá con la vara de su boca, matará al criminal con el soplo de sus labios.


Pues desde hace tiempo está dispuesta en Tofet, preparada también para Moloc, una fosa honda y ancha, llena de paja y leña; el soplo del Señor, como un río de azufre, la prenderá.


La hierba se seca, la flor se marchita, cuando el soplo del Señor le llega. ¡Sí, el pueblo es la hierba!


Entonces se manifestará el hombre de la iniquidad, a quien Jesús, el Señor, hará desaparecer con el soplo de su boca y aniquilará con el resplandor de su venida.


Arrepiéntete, pues de lo contrario iré cuanto antes y lucharé contra ellos con la espada de mi boca.