¿Acaso me quejo yo de un hombre o pierdo la paciencia sin motivo?
¿Acaso me quejo yo de algún hombre? ¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
»Mi queja es con Dios, no con la gente. Tengo buenas razones para estar tan impaciente.
¿Acaso pleiteo contra un hombre? Entonces, ¿cómo no me pondría nervioso?
¿Son acaso mis quejas ante el hombre? ¿Se impacienta mi espíritu sin razón?
¿Acaso me quejo yo de un hombre? ¿Pierdo sin motivo la paciencia?
¿Acaso me quejo yo ante algún hombre? ¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
para que andes rebuscando mis culpas, indagando mi pecado?
¿Cuál es mi fuerza para seguir esperando? ¿Cuál mi destino para seguir viviendo?
Oración de un afligido que, en su congoja, derrama su llanto ante el Señor
Mis huesos se quebrantan, mis opresores me insultan, y me repiten a lo largo del día: '¿Dónde está tu Dios?'.
Así habló Moisés a los israelitas, pero ellos no lo escucharon por el desaliento que les causaba su dura esclavitud.
Y les dijo: 'Me muero de tristeza. Quedaos aquí y velad conmigo'.
No tomes a tu sierva por una mujer perversa, porque no he hecho hasta ahora más que exponer la magnitud de mi dolor y amargura'.