Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.
Job 10:1 - Biblia Martin Nieto Mi alma siente asco de mi vida; quiero dar libre curso a mis lamentos, derramaré la amargura de mi alma. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Está mi alma hastiada de mi vida; Daré libre curso a mi queja, Hablaré con amargura de mi alma. Biblia Nueva Traducción Viviente »Estoy harto de mi vida. Dejen que desahogue mis quejas abiertamente; mi alma llena de amargura debe quejarse. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi alma está hastiada de la vida, por lo que daré libre curso a mi queja,
hablaré de mi amargura. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Mi alma está hastiada de mi vida! Daré rienda suelta a mis quejas. Hablaré en la amargura de mi alma. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Siento hastío de mi vida; quiero abandonarme a mi dolor, hablar en la amargura de mi alma. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi alma está hastiada de mi vida: Daré yo rienda suelta a mi queja sobre mí, hablaré en la amargura de mi alma. |
Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.
¡Oh, si tú me escondieses en el abismo y me guardaras hasta que pase tu ira; si una tregua me dieras para acordarte de mí luego
Durante el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra del golpe de la espada.
¿Pensáis acaso refutar palabras, dichos de un desesperado que son tan sólo viento?
Por eso no cerraré mi boca, voy a quejarme en la amargura de mi alma.
Me estoy disolviendo, no viviré para siempre; déjame, pues mis días son un soplo.
¿Qué diré? ¿De qué le voy a hablar? Es él quien actúa. Terminaré el curso de mis años, pasada la amargura de mi alma.
Oh, sí, en salud se cambia mi amargura. Tú has salvado mi vida de la fosa vacía, te has echado a las espaldas todos mis pecados.
Ahora, Señor, te suplico que me quites la vida, porque mejor es para mí morir que vivir'.
Al salir el sol, Dios mandó un viento sofocante del este, y el sol abrasador caía sobre la cabeza de Jonás, el cual, a punto de desvanecerse, se deseaba la muerte y decía: 'Más vale morir que vivir'.
¡Si me vas a tratar así, prefiero la muerte! ¡Si he hallado gracia a tus ojos, haz que termine mi aflicción!'.