Éstos son los israelitas de la provincia de Judá que regresaron del destierro de Babilonia, donde los había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y Judá, cada uno a su ciudad.
Jeremías 50:19 - Biblia Martin Nieto Y haré volver a Israel a su pradera, y pacerá en el Carmelo y el Basán, y en los montes de Efraín y Galaad volverá a hartarse. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma. Biblia Nueva Traducción Viviente Traeré a Israel de regreso a su hogar, a su propia tierra, para comer en los campos de Carmelo y Basán, y para quedar saciado una vez más en la zona montañosa de Efraín y Galaad. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo haré volver a Israel a su corral y comerá el pasto en el Carmelo y en el Basán y en los cerros de Efraím y Galaad tendrá para saciarse. La Biblia Textual 3a Edicion Y haré que Israel vuelva a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán, para que sacie su alma en la serranía de Efraín y en Galaad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A Israel lo volveré a su pastizal, para que paste en el Carmelo y en Basán y se harte en la montaña de Efraín y en Galaad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y de Galaad su alma será saciada. |
Éstos son los israelitas de la provincia de Judá que regresaron del destierro de Babilonia, donde los había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y Judá, cada uno a su ciudad.
Retira de mí tus ojos porque me arrebatan. Tu melena es un rebaño de cabras ondulante por las pendientes de Galaad.
La tierra está de luto, languidece; avergonzado el Líbano, se amustia; el Sarón se parece a nuestra estepa, el Basán y el Carmelo están pelados.
que dé flores como el narciso, que salte de alegría. Pues se le ha dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón; y se verá la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
Yo mismo recogeré los restos de mi rebaño de todos los países donde los dispersé y los haré volver a sus pastos, donde crecerán y se multiplicarán.
En aquellos días irán de la mano la casa de Judá y la casa de Israel, y juntas vendrán del país del norte a la tierra que yo di en herencia a vuestros padres.
Y tú, siervo mío Jacob, no temas -dice el Señor-; no te espantes, Israel; yo te sacaré de tierras lejanas, y a tu descendencia, del país de su destierro. Jacob volverá a vivir tranquilo y en paz, sin que nadie lo inquiete.
Esto dice el Señor: Yo restableceré las tiendas de Jacob, tendré compasión de sus moradas. Será reedificada la ciudad sobre sus ruinas, y el palacio se elevará en su antiguo lugar.
¡Ay! Porque es grande este día y ningún otro lo iguala. Tiempo de angustia para Jacob, pero del que será liberado.
Saciaré a los sacerdotes con la mejor comida, y mi pueblo se hartará de mis bienes -dice el Señor-.
Porque yo daré de beber a los sedientos y saciaré a los que se mueren de hambre.
Sí, vendrá un día en que los centinelas gritarán en la montaña de Efraín: '¡Levantaos, subamos a Sión, hacia el Señor, nuestro Dios!'.
Yo los recogeré de todos los países en que los he arrojado en mi cólera, mi furor y mi gran indignación. Los volveré a este lugar y haré que habiten en él con seguridad.
Y tú no temas, siervo mío Jacob; ni tiembles, Israel. Mira, yo te libraré de tierras lejanas, y a tu descendencia de su país de exilio. Jacob volverá a vivir en paz y en seguridad, sin que nadie lo inquiete.
Rebaño perdido era mi pueblo; sus pastores lo extraviaban, le hacían vagar por las montañas; de monte en colina caminaba, olvidando su aprisco.
Diles: Esto dice el Señor Dios: Os recogeré de entre las naciones, os congregaré de las tierras en las que habéis sido dispersados y os daré la tierra de Israel.
Os tomaré de entre las gentes donde estáis, os recogeré de todos los países y os conduciré a vuestra tierra.
Esto dice el Señor Dios: El día que os limpie de vuestras iniquidades repoblaré las ciudades y haré que resurjan las ruinas.
Al cabo de muchos días recibirás órdenes; después de muchos años marcharás contra la nación escapada a la espada, que fue congregada de numerosos pueblos en los montes de Israel, largo tiempo desiertos. Ella regresó de entre las naciones y habitan todos en seguridad.
Por oriente: entre el Haurán, Damasco, Galaad y la tierra de Israel, será frontera el Jordán hasta el mar Muerto, hasta Tamar. Éste el límite este.
Apacienta a tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu herencia, que anda solitario en el bosque en medio de un campo feraz. Que pasten como antaño en Basán y en Galaad.
¿Qué Dios hay como tú, que quite el pecado y perdone la culpa al resto de tu herencia? No mantendrá su cólera por siempre, porque ama la misericordia.
Los haré volver de Egipto, y los reuniré de Asiria; los traeré a la tierra de Galaad y al Líbano, y no habrá bastante sitio para ellos.
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían grandes y numerosos rebaños. Cuando vieron que la tierra de Yazer y la de Galaad eran lugares muy aptos para la ganadería,
esta tierra que el Señor ha conquistado para los israelitas, es apropiada para la ganadería, y tus siervos son gente ganadera.
Josué les respondió: 'Si sois un pueblo tan numeroso, subid a la selva y roturad allí a vuestro gusto en la tierra de los fereceos y los refaimitas, ya que la montaña de Efraín es demasiado pequeña para vosotros'.