Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.
Jeremías 39:17 - Biblia Martin Nieto aquel día yo te libraré a ti -dice el Señor- y no caerás en manos de los hombres que temes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes. Biblia Nueva Traducción Viviente pero te libraré de aquellos a quienes tanto temes. Biblia Católica (Latinoamericana) Perro yo te salvaré, dice Yavé, y no caerás en manos de los hombres a los que tú tienes miedo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero en aquel día Yo te libraré, dice YHVH, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero en aquel día yo te libraré -oráculo de Yahveh-, para que no seas entregado en mano de los hombres que temes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en mano de aquellos a quienes tú temes. |
Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.
David dijo a Gad: '¡Estoy en gran aprieto! Pongámonos en manos de Dios, porque es grande su misericordia, antes que caer en manos de los hombres'.
Elías respondió: '¡Vive el Señor todopoderoso, a cuyo servicio estoy!, que hoy me presentaré a él'.
Abdías fue a buscar a Ajab y se lo comunicó. Entonces Ajab salió al encuentro de Elías.
Y él respondió: 'No temas, pues son más los que están con nosotros que los que están con ellos'.
invócame cuando estés angustiado; yo te libraré y tú deberás glorificarme'.
Lucharán contra ti, pero no podrán vencerte, porque yo estoy contigo para librarte, dice el Señor'.
Pero Safatías, hijo de Tatán; Guedelías, hijo de Pasjur; Yucal, hijo de Selemías, y Pasjur, hijo de Malquías, habían oído a Jeremías dirigir al pueblo estas palabras:
'Oh rey, mi señor, mal han procedido todos esos hombres en todo lo que han hecho al profeta Jeremías. Lo han echado en la cisterna, donde va a morir de hambre, pues ya no hay pan en la ciudad'.
Pero aquellos hombres se presentaron atropelladamente ante el rey y le dijeron: 'No olvides, oh rey, que, según la ley de los medos y los persas, ninguna prohibición o edicto que haya dado el rey puede ser revocada'.
Y el rey les dirá: Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.