Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jeremías 35:8 - Biblia Martin Nieto

Nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, en todo lo que nos ha ordenado, y así en toda nuestra vida no bebemos vino, ni nosotros, ni nuestras mujeres,

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas;

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que le hemos obedecido en todas estas cosas. Nunca hemos bebido vino hasta el día de hoy, ni tampoco nuestras esposas, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Nosotros hemos cumplido fielmente lo que nos ordenó nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, y así ninguno de nosotros, ni nuestras mujeres ni nuestros hijos ni nuestras hijas,

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y nosotros hemos obedecido la voz de nuestro padre Jonadab ben Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas;

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros hemos escuchado la voz de nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, en todo lo que nos mandó: no hemos bebido vino en toda nuestra vida, ni nosotros ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas,

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y nosotros hemos obedecido a la voz de Jonadab nuestro padre, hijo de Recab, en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras esposas, ni nuestros hijos ni nuestras hijas;

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jeremías 35:8
7 Tagairtí Cros  

El hijo sabio ama la disciplina, el insolente no escucha la reprensión.


Escucha, hijo mío, y recibe mis palabras, y los años de tu vida se multiplicarán.


Guarda, hijo mío, los preceptos de tu padre y no rechaces la enseñanza de tu madre.


Hijos, obedeced a vuestros padres por amor al Señor, porque esto es de justicia.


Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.