Yo me decía: No pensaré más en él, no hablaré más en su nombre. Pero había en mi corazón como un fuego abrasador encerrado en mis huesos; me he agotado en contenerlo y no lo he podido soportar.
Jeremías 23:29 - Biblia Martin Nieto ¿No es mi palabra como el fuego, como el martillo que deshace la roca? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No quema mi palabra como el fuego? —dice el Señor—. ¿No es como un martillo poderoso que hace pedazos una roca? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No es mi palabra como fuego que quema o como martillo que rompe la roca? La Biblia Textual 3a Edicion ¿No es mi palabra como fuego, dice YHVH, Y como un martillo que rompe la piedra en pedazos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No es como fuego mi palabra -oráculo de Yahveh-, y como martillo que tritura la piedra? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No es mi palabra como el fuego, dice Jehová, y como un martillo que despedaza la roca? |
Yo me decía: No pensaré más en él, no hablaré más en su nombre. Pero había en mi corazón como un fuego abrasador encerrado en mis huesos; me he agotado en contenerlo y no lo he podido soportar.
Por eso así habla el Señor, Dios todopoderoso: He aquí lo que va a ocurrir por haber afirmado tales cosas. Yo pondré mis palabras en tu boca como un fuego, y haré de este pueblo leña que él devorará.
Por eso te hice pedazos; por medio de los profetas, te he matado con las palabras de mi boca, y mi justicia brota como la luz.
Y se dijeron uno a otro: '¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?'.
El espíritu es el que da vida. La carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida.
Se les aparecieron como lenguas de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos.
Al oírle, se conmovieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: '¿Qué debemos hacer, hermanos?'.
para éstos, olor de muerte que mata; para aquéllos, olor de vida que da vida. ¿Y quién está a la altura de tal misión?
Pues la palabra de Dios es viva y eficaz y más aguda que espada de dos filos; ella penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y es capaz de juzgar los sentimientos y los pensamientos.
Si alguno intenta hacerles daño, saldrá fuego de su boca, que devorará a sus enemigos. Así perecerá el que intente hacerles daño.