Al cuarto mes, el día noveno del mes, la carestía era tan recia en la ciudad que no había pan para el pueblo.
Isaías 8:21 - Biblia Martin Nieto Y vagará por el país, abatido y hambriento; por el hambre se desesperará y maldecirá a su rey y a su Dios. Levantará sus ojos a lo alto, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto. Biblia Nueva Traducción Viviente Irán de un lugar a otro, fatigados y hambrientos. Y porque tienen hambre, se pondrán furiosos y maldecirán a su rey y a su Dios. Levantarán la mirada al cielo Biblia Católica (Latinoamericana) Andarán vagando por el país,
amargados y hambrientos,
y se pondrán furiosos por el hambre,
y maldecirán a su rey y a su Dios:
levantarán sus ojos al cielo, La Biblia Textual 3a Edicion Pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, Y sucederá que teniendo hambre, Se indignarán y maldecirán a su rey y a su Dios. Alzarán la vista Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pasará alguien oprimido y hambriento; el hambre le irritará y maldecirá a su rey y a su Dios. Volverá su rostro hacia arriba, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos; y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto. |
Al cuarto mes, el día noveno del mes, la carestía era tan recia en la ciudad que no había pan para el pueblo.
Aún estaba hablando con ellos, cuando el rey bajó adonde él estaba y le dijo: 'Esta desgracia procede del Señor. ¿Qué más puedo esperar de él?'.
Pero extiende tu mano y toca todos sus bienes. ¡Verás si no te maldice a la cara!'.
Su vigor se convierte en flaqueza, la desgracia se ciñe a su costado.
Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne. Verás si no te maldice a la cara'.
Su mujer le dijo: '¿Todavía perseveras en tu rectitud? ¡Maldice a Dios y muere!'.
No serás remiso en hacerme la ofrenda de tus mieses y tu vino. Me darás el primogénito de tus hijos.
La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego su corazón se irrita contra el Señor.
Entonces los pobres comerán en mis pastos, y los indigentes reposarán en calma; pero a tu raza la haré morir de hambre, y mataré lo que quede.
Estas dos desgracias te han alcanzado -¿quién se lamentará por ti?-, saqueo y ruina, hambre y espada; ¿quién te consolará?
Por eso el derecho sigue lejos de nosotros y no nos alcanza la justicia. Esperamos la luz, y no hay más que tinieblas; la claridad, y andamos en la oscuridad.
Por eso, esto dice el Señor Dios: Mis siervos comerán, mientras vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, mientras vosotros padeceréis sed; mis siervos se alegrarán, mientras vosotros sufriréis vergüenza;
Manasés a Efraín, Efraín a Manasés, y ambos a dos se lanzan contra Judá. Pero con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.
Si salgo al campo, sólo veo caídos a espada; si entro en la ciudad, allí están las angustias del hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes vagan por el país. ¡Ya no lo conocen!
El día nueve del mes cuarto, debido al hambre que se apoderaba de la ciudad y a la falta de víveres para la población,
Blasfemó y maldijo el nombre del Señor. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan.
Entonces gritaréis contra el rey que vosotros mismos habéis elegido, pero el Señor no os atenderá'.