Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Isaías 8:11 - Biblia Martin Nieto

Así me habló el Señor cuando me tomó de la mano y me advirtió que no siguiera la senda de este pueblo:

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

El Señor me dio una firme advertencia de no pensar como todos los demás. Me dijo:

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Esta es la advertencia que me dirigió Yavé en el momento en que me tomó de su mano y me mandó que no siguiera el camino de este pueblo. Estas fueron sus palabras:

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Así me habló YHVH, y su mano era fuerte sobre mí, Y me amonestó para que no anduviera en el camino de este pueblo:

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Que así me dijo Yahveh cuando me tomó de la mano y me apartó de seguir el camino de este pueblo:

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque Jehová me habló así con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Isaías 8:11
10 Tagairtí Cros  

El Señor dio fuerzas a Elías, que se ciñó y fue corriendo delante de Ajab hasta Yezrael.


Yo quiero enseñarte, indicarte el camino que tienes que seguir, quiero darte un consejo, quiero mirar por ti.


hijo mío, no los sigas en su camino, aparta tus pasos de sus sendas,


¡Ay de estos hijos rebeldes! -dice el Señor-. Ejecutan proyectos que no son los míos; conciertan pactos, mas no según mi espíritu, de modo que acumulan pecado tras pecado.


Entonces me dijo el Señor: 'Si vuelves, yo te haré volver y continuarás a mi servicio; y si separas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Ellos volverán a ti, no tú a ellos.


Tú me has seducido, Señor, y yo me he dejado seducir; has sido más fuerte que yo, me has podido. Me he convertido en irrisión continua, todos se burlan de mí.


Yo me decía: No pensaré más en él, no hablaré más en su nombre. Pero había en mi corazón como un fuego abrasador encerrado en mis huesos; me he agotado en contenerlo y no lo he podido soportar.


El espíritu me levantó y me arrebató; iba yo amargado, con el ánimo lleno de excitación, mientras la mano del Señor pesaba fuertemente sobre mí.


Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído'.