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Isaías 5:9 - Biblia Martin Nieto

En mis oídos ha sonado la palabra del Señor omnipotente: ¡Las muchas casas quedarán en ruinas; grandes y bellas, no habrá quien las habite!

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Biblia Reina Valera 1960

Ha llegado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero yo he oído al Señor de los Ejércitos Celestiales hacer un juramento solemne: «Muchas casas quedarán abandonadas; hasta mansiones hermosas estarán vacías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En mis oídos ha resonado la palabra de Yavé de los Ejércitos: 'Han de quedar en ruinas muchas casas grandes y hermosas, y no habrá quien las habite.

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La Biblia Textual 3a Edicion

°YHVH Sebaot ha dicho a mis oídos: Sus muchas casas serán arrasadas, sus magníficos palacios quedarán desolados;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A mis oídos gritó Yahveh Sebaot: sí, muchas casas serán asoladas; grandes y hermosas, pero sin habitantes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ha llegado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.

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Isaías 5:9
14 Tagairtí Cros  

Así se cumplía la palabra del Señor pronunciada por Jeremías: 'Hasta que la tierra disfrute de su descanso, descansará durante todos los días de la desolación, hasta que se cumplan setenta años'.


por eso habitará ciudades destruidas, casas donde ya nadie vive, destinadas a ser montón de ruinas.


Porque a su voracidad nada escapó, no ha de durar su dicha.


Pero el Señor omnipotente ha revelado a mis oídos: ¡No será perdonado este pecado hasta que muráis! -dice el Señor Dios omnipotente-.


Pues la ciudad fortificada ha quedado solitaria, como morada abandonada, desolada igual que un desierto; allí pasta el becerro, allí se tumba y come la maleza.


Haré de ella un desierto; no será más podada ni escardada; toda será cardos y abrojos; y mandaré a las nubes que no dejen caer más lluvia sobre ella.


Porque el Señor Dios no hace nada sin que manifieste su plan a sus siervos los profetas.


Pues bien, porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano, casas de piedra labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino.


Pues el Señor lo ordena, y, a un golpe, la casa grande se desploma y la pequeña se hunde.


El rey, entonces, se irritó, mandó sus tropas a exterminar a aquellos asesinos e incendió su ciudad.


He aquí que se queda desierta vuestra casa.


El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso.