Bíobla ar líne

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Isaías 47:7 - Biblia Martin Nieto

Decías: Seré soberana para siempre, perpetuamente lo seré; mas no reflexionaste en esto, ni pensaste en su fin.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Dijiste: Para siempre seré señora; y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dijiste: “¡Reinaré para siempre, como reina del mundo!”. No reflexionaste sobre lo que hacías, ni pensaste en las consecuencias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tú decías: 'Para siempre dominaré. Y no te fijabas en lo que sucedía, ni pensabas cuál sería el fin.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Diciéndote: Seré señora por siempre jamás; Sin considerar esto, sin pensar en el desenlace.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijiste: 'Siempre seré soberana, por siempre jamás'. No consideraste estas cosas, no recordaste su desenlace.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijiste: Para siempre seré señora; y no consideraste estas cosas en tu corazón, ni te acordaste de tu postrimería.

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Isaías 47:7
18 Tagairtí Cros  

El Faraón se volvió y entró en su casa sin hacer caso.


Por eso derramó sobre él el ardor de su cólera y los horrores de la guerra. ¡Rodeado de llamas, no ha entendido; abrasado, no ha prestado atención!


Siéntate en silencio, escóndete en la sombra, hija de los caldeos, pues no se te volverá a llamar señora de los reinos.


Perece el justo, y nadie se preocupa por ello. Los hombres piadosos son arrebatados, y nadie advierte que a causa del mal es arrebatado el justo


¿De quién tienes miedo, a quién temes, para haber renegado así de mí, sin acordarte más de mí, ni llevarme en tu corazón? Yo me callaba, cerraba los ojos; por eso no temías.


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


¡Hasta en sus ropas hay inmundicia! No pensaba en este fin; se hundió estruendosamente ¡y nadie la consuela! Mira, Señor, su aflicción, que el enemigo triunfa.


'Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Dios: Tu corazón se ha enorgullecido y has dicho: Un dios soy yo, en la morada de un dios habito, en medio del mar. Tú, que eres un hombre y no un dios, has equiparado tu corazón al corazón de Dios.


Diles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de tus ríos, tú que has dicho: Mis Nilos son míos, yo me los he hecho.


'Hijo de hombre, anuncia: Esto dice el Señor a la tierra de Israel: ¡Se acabó! Ha llegado la hora a los cuatro extremos del país.


serás expulsado de la sociedad humana e irás a vivir con las bestias salvajes. Te alimentarás de hierba como los bueyes y pasarán por ti siete períodos, hasta que reconozcas que el altísimo tiene poder sobre el imperio de los hombres y se lo da a quien quiere'.


Los magos, adivinos, caldeos y astrólogos vinieron y yo les conté mi sueño, pero no supieron darme una explicación.


Si fueran sabios lo comprenderían / y sabrían intuir lo que les espera.


cuanto se ha procurado de gloria y de lujo, dadle de tormento y de duelo. Porque ella dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda; no conoceré jamás el duelo,