Hablaban del Dios de Jerusalén como de los dioses de los otros pueblos de la tierra, dioses hechos por los hombres.
Isaías 44:16 - Biblia Martin Nieto Con la mitad hace el fuego; y sobre las brasas asa carne, la come y queda satisfecho. También se calienta y dice: '¡Ah, ya me caliento y siento el fuego!'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; Biblia Nueva Traducción Viviente Quema parte del árbol para asar la carne y para darse calor. Dice: «Ah, ¡qué bien se siente uno con este fuego!». Biblia Católica (Latinoamericana) Echa la mitad al fuego, pone a asar la carne sobre las brasas, y cuando está listo, se come el asado hasta quedar satisfecho. Al mismo tiempo, se calienta y dice: 'Me caliento mientras miro las llamas. La Biblia Textual 3a Edicion Parte del leño quema en el fuego y sobre él asa la carne, come y se sacia. Después se calienta y dice: ¡Ah, me he calentado, he contemplado el fuego! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una mitad la quema en el fuego, sobre sus brasas asa la carne, come el asado y queda harto. También se calienta y dice: '¡Ah!, me he calentado, noté el calor'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Ah! Me he calentado, he visto el fuego; |
Hablaban del Dios de Jerusalén como de los dioses de los otros pueblos de la tierra, dioses hechos por los hombres.
Abandona sus huevos en el suelo, los deja que se calienten en la arena,
Todo esto lo emplea el hombre para hacer fuego y le sirve para calentarse; lo enciende también para cocer el pan. Y con esto mismo se fabrica además un dios para prosternarse ante él, se hace un ídolo para adorarlo.
Y con lo restante se hace su dios, su ídolo, ante el cual se prosterna y se inclina y al que suplica diciendo: '¡Sálvame, pues tú eres mi dios!'.
¡Serán todos como paja que devorará el fuego! No podrán salvar su vida del asalto de las llamas. No son siquiera brasas para cocer el pan, ni hogar para sentarse en torno a él.