Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
Isaías 44:1 - Biblia Martin Nieto Pero ahora escucha, Jacob, siervo mío, Israel a quien yo elegí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora, escúchame, Jacob, mi siervo, Israel, mi elegido. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ahora, escucha, Jacob, siervo mío, hijos de Israel, a quienes yo elegí: La Biblia Textual 3a Edicion Y ahora oye, siervo mío Jacob, Israel, a quien escogí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora escucha, Jacob, siervo mío, Israel, a quien elegí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. |
Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
Pues el Señor se compadecerá de Jacob, elegirá otra vez a Israel y los restablecerá en su país. El extranjero seguirá también sus pasos y se unirá a la casa de Jacob.
Pero tú, Israel, mi siervo, Jacob, a quien yo elegí, raza de Abrahán, mi amigo,
tú, a quien yo tomé de los confines de la tierra, a quien llamé de remotas regiones, a quien dije: Tú, mi siervo, yo te he elegido y no te he desechado;
¿Quién de vosotros presta oído a esto, está atento y lo guarda para el porvenir?
Pero ahora esto dice el Señor, tu creador, Jacob, aquel que te formó, Israel: No temas, pues yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres.
Recuerda esto, Jacob, y tú, Israel, que eres mi siervo. Yo te he formado, siervo mío eres, Israel; no te olvidaré.
Por amor de mi siervo Jacob y de Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre, renombre te he dado antes que me conocieras.
Escúchame, Jacob, y tú, Israel, a quien yo he llamado: Yo, soy yo el primero, y soy también el último.
Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David.
Y tú, siervo mío Jacob, no temas -dice el Señor-; no te espantes, Israel; yo te sacaré de tierras lejanas, y a tu descendencia, del país de su destierro. Jacob volverá a vivir tranquilo y en paz, sin que nadie lo inquiete.
De su espesura se abalanza el león, el destructor de naciones se pone en marcha, abandona su morada para reducir tu país a un desierto; tus ciudades serán arrasadas, despobladas.
'¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como una gallina a sus polluelos bajo las alas, y no has querido!