Cuando el Señor haya concluido toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará la altivez del corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.
Isaías 27:7 - Biblia Martin Nieto ¿Es que el Señor le ha herido, como hirió a sus perseguidores? ¿Le ha dado muerte, como dio muerte a los que le mataban? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Ha golpeado el Señor a Israel como golpeaba a sus enemigos? ¿Lo ha castigado como los castigaba a ellos? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Acaso Yavé le ha pegado como les pegó a los que lo maltrataban? ¿O lo ha exterminado como hizo con los que lo masacraban? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Lo hirió como hirió al que lo hirió? ¿Lo mató como mató a los que lo mataron?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Lo golpeó con el golpe de quien lo golpeó? ¿Lo degolló como degolló a sus degolladores? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Acaso lo ha herido, como Él hirió a quien lo hirió? ¿O ha sido muerto como los que en la matanza por Él fueron muertos? |
Cuando el Señor haya concluido toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará la altivez del corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.
La luz de Israel se hará un fuego y su Santo una llama que prenderá y devorará sus abrojos y sus cardos en un día.
¡Espanto al caer la tarde, y antes de la mañana ya no existen! Tal es el botín de nuestros saqueadores, la suerte de quienes nos despojan.
Desaparecerán los fortines de Efraín, el reino de Damasco; y el residuo de Siria quedará como la gloria de los israelitas -oráculo del Señor omnipotente.
Y caerá Asiria por espada no de un hombre, devorada por espada no de mortal; y si escapa de la espada, sus jóvenes soldados quedarán hechos esclavos.
De terror se desvanecerá su roca, y sus jefes, espantados, desertarán de su bandera, dice el Señor, que en Sión tiene su fuego, y su horno en Jerusalén.
Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de las ciudades vecinas -dice el Señor-, no quedará allí nadie, ni un alma volverá a vivir allí.
Pero a vuestros propios ojos yo haré pagar a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea todo el mal que han hecho a Sión -dice el Señor-.
El Señor decreta contra ti: 'No se propagará tu nombre más; exterminaré del templo de tus dioses estatuas e ídolos fundidos, y haré de tu sepulcro un lugar de ignominia'.
No hay remedio para tu herida, tu llaga es incurable; los que lo saben baten palmas por tu ruina; pues ¿sobre quién no descargó sin cesar tu crueldad?