Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Isaías 23:18 - Biblia Martin Nieto

Pero sus ganancias y su salario serán consagrados al Señor. No serán amontonados ni guardados, sino que las ganancias serán para aquellos que moran delante del Señor, a fin de que tengan comida abundante y vestidos lujosos.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse, y vistan espléndidamente.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, al final, sus ganancias le serán entregadas al Señor. Sus riquezas no serán acumuladas, sino que darán buenos alimentos y vestidos de buena calidad a los sacerdotes del Señor.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero sus ganancias y ahorros no serán, esta vez, guardados ni se acumularán, sino que serán consagrados a Yavé. Esos fondos se usarán para aquellos que ofician en su presencia, y con esto tendrán buena comida y se vestirán como príncipes.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero su paga estará consagrada a YHVH. No se guardará ni se atesorará, porque sus ganancias serán para los que estén delante de YHVH, Para que coman hasta hartarse y vistan con esplendidez.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Su ganancia y su lucro serán consagrados a Yahveh, no serán almacenados ni guardados, sino que su tráfico será para los que moran ante Yahveh, para que coman a saciedad y se vistan espléndidamente.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero sus negocios y sus ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse, y vistan honradamente.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Isaías 23:18
31 Tagairtí Cros  

el rey se ha enamorado de tu belleza, él es tu señor, ríndele pleitesía.


los reyes de Tarsis y las islas le traerán presentes, los reyes de Arabia y de Sabá le pagarán tributo;


ante él se rendirán todos los reyes, le servirán todas las naciones;


Harás una lámina de oro puro, sobre la cual grabarás como se graban los sellos: 'Consagrado al Señor'.


El hombre de bien deja su herencia a los hijos de sus hijos, las riquezas del injusto están reservadas para el justo.


El que con usura e intereses aumenta sus bienes los acumula para el que tiene piedad de los pobres.


Porque él da sabiduría, ciencia y placer al hombre que le agrada; y al malhechor le impone la carga de allegar y amontonar para dejárselo después a quien Dios quiera. También esto es vanidad y dar caza al viento.


Saquearán tus riquezas, arrebatarán tus mercancías. Derruirán tus muros, demolerán tus magníficas casas, tirarán al mar tus piedras, vigas y escombros.


Levántate y trilla, hija de Sión. Yo haré tus cuernos de hierro y de bronce tus pezuñas; triturarás a numerosos pueblos, consagrarás su botín al Señor, y sus riquezas al dueño de toda la tierra.


También Judá luchará con Jerusalén. Las riquezas de todos los pueblos de alrededor serán reunidas: oro, plata y vestidos en gran cantidad.


Llevad íntegro el diezmo al tesoro para que haya alimento en mi casa; y ponedme así a prueba - dice el Señor todopoderoso-, a ver si no os abro las esclusas del cielo y derramo sobre vosotros las bendiciones sobreabundantemente.


El que había recibido cinco se puso en seguida a trabajar con ellos y ganó otros cinco.


Otros muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de Transjordania y de los alrededores de Tiro y Sidón, al oír las cosas que hacía, acudieron a él.


Vended lo que tengáis y dad limosna con ello. Haceos bolsas que no se gasten y riquezas inagotables en el cielo, donde no entra ningún ladrón, ni roe la polilla;


Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y algunas otras, las cuales le asistían con sus bienes.


Pedro se levantó y se fue con ellos. Cuando llegó, lo subieron a la estancia de arriba. Allí le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y mantos que les hacía Gacela cuando vivía con ellas.


El que es instruido en la fe, que comparta sus bienes con el que lo instruye.