Todos los invitados de Adonías, consternados, se levantaron y se fueron cada uno por su lado.
Isaías 21:4 - Biblia Martin Nieto Mi corazón se marea, el terror me sobrecoge; el crepúsculo que anhelaba se me ha hecho un horror. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto. Biblia Nueva Traducción Viviente La cabeza me da vueltas y se me acelera el corazón; anhelaba que llegara la noche, pero ahora la oscuridad me da terror. Biblia Católica (Latinoamericana) Ando perdido,
cosas horribles me llenan de terror;
el atardecer, que tanto esperaba,
ahora me causa pánico. La Biblia Textual 3a Edicion Se me turba el corazón y el terror me sobrecoge; El crepúsculo anhelado se me convirtió en espanto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi corazón siente vértigo, el terror me espanta; el crepúsculo deseado se me ha convertido en horror. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi placer se me tornó en espanto. |
Todos los invitados de Adonías, consternados, se levantaron y se fueron cada uno por su lado.
'Pero esto no es todo; hasta la misma reina Ester, en el banquete que ha dado, no ha querido que hubiese nadie fuera del rey y yo, y nos ha invitado de nuevo para mañana.
mi corazón en mi pecho se retuerce, me asaltan los pavores de la muerte;
¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra.
Cuando tengan calor, les serviré bebida; los emborracharé hasta que se aturdan y caigan en sueño eterno para no despertar jamás -dice el Señor-.
Yo emborracharé a sus príncipes y a sus sabios, a sus gobernadores, sátrapas y héroes, y dormirán un sueño eterno para no despertar -dice el rey-, cuyo nombre es 'El Señor omnipotente'.
El rey Baltasar convidó a un gran festín a mil de sus dignatarios, y en su presencia se dio a beber vino.
De pronto aparecieron los dedos de una mano humana, que se pusieron a escribir, delante del candelabro, en la pared del palacio real. El rey, al ver la mano que escribía,
porque ellos son como espinos enmarañados; como borrachos en su borrachera, como paja seca serán enteramente consumidos.
Por la mañana dirás: ¡Ojalá que ya fuera de noche! Y por la tarde dirás: ¡Ojalá que ya fuera de día!, por el pavor que se habrá apoderado de tu corazón y por las cosas que verán tus ojos.
Como el águila, que incita a su nidada / revoloteando sobre sus polluelos, / así desplegó él sus alas y los tomó, / los llevó sobre sus plumas.