Porque el terror de Dios me invadiría y ante su majestad no podría resistir.
Isaías 2:10 - Biblia Martin Nieto Métete entre las rocas, escóndete en el polvo ante el terror del Señor, de su imponente majestad, cuando venga a hacer temblar la tierra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad. Biblia Nueva Traducción Viviente Escabúllanse en cuevas en medio de las rocas. En el polvo, escóndanse del terror del Señor y de la gloria de su majestad. Biblia Católica (Latinoamericana) Métete entre las rocas, escóndete en el polvo,
para no ver la cara de Yavé,
que da miedo o que brilla majestuosa,
cuando él aparezca para hacer temblar la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Métete en la peña° y escóndete en el polvo, A causa del Terror° de YHVH y del resplandor de su majestad!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entra en la roca, escóndete en el polvo ante el terror de Yahveh, ante el esplendor de su majestad, cuando se levante para hacer temblar la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Métete en la roca, escóndete en el polvo, por el temor de Jehová, y por la gloria de su majestad. |
Porque el terror de Dios me invadiría y ante su majestad no podría resistir.
explicando a los hombres tus proezas y la gloria deslumbrante de tu reino.
¿Quién puede conocer la fuerza de tu ira, quién teme la violencia de tu enojo?
¿Qué vais a hacer el día de la invasión y de la catástrofe que se acerca de lejos? ¿A quién acudiréis para lograr socorro? ¿Dónde dejaréis vuestras riquezas?
Y allí alarga sus manos, como las alarga el nadador para nadar; pero el Señor aplasta su orgullo y los esfuerzos de sus manos.
Pero éste es un pueblo saqueado y despojado; todos están presos en cavernas, en calabozos encerrados. Botín se han vuelto, y no hay quien los libre; saqueo, y nadie dice: ¡Restituye!
En cambio, el Señor es el Dios verdadero, el Dios viviente, el rey eterno; cuando él se irrita, la tierra se estremece, y las naciones no pueden soportar su cólera.
¿Quién no te temerá, rey de las naciones? Sí, a ti se te debe el temor, porque entre todos los sabios de las naciones, en todos sus reinos, no hay nadie como tú.
'Esto dice el Señor: De la misma manera aniquilaré yo el orgullo de Judá y de Jerusalén.
Los santuarios de las colinas del crimen serán destruidos, los pecados de Israel; espigas y abrojos crecerán en sus altares. Dirán a los montes: '¡Cubridnos!', y a las colinas: '¡Caed sobre nosotros!'.
También tú serás cercada y dominada, también tú buscarás un refugio contra el enemigo.
Os diré a quién debéis de temer: Temed al que después de haberos matado puede echaros en el fuego. Sí, temed a éste.
Entonces comenzarán a decir a las montañas: Caed sobre nosotros, y a los collados: Sepultadnos;
Todos éstos sufrirán el castigo de una perdición eterna lejos de la presencia del Señor y de su gloria esplendorosa,