Enterado Senaquerib del rumor de que Tirjaca, rey de Etiopía, había salido a luchar contra él, volvió a mandar mensajeros a Ezequías, diciendo:
Isaías 18:1 - Biblia Martin Nieto ¡Ay de la tierra del zumbido de alas, más allá de los ríos de Etiopía; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está tras los ríos de Etiopía; Biblia Nueva Traducción Viviente Escucha, Etiopía, tierra de ondulantes velas que está ubicada a la cabecera del Nilo, Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ay de la tierra de las langostas
aladas,
más allá de los ríos de Etiopía,
del país que envía embajadores por mar
en livianas canoas de juncos! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay de la tierra que retumba, Que está allende los ríos de Etiopía!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay del país del zumbido de alas, más allá de los ríos de Cus, Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está más allá de los ríos de Etiopía; |
Enterado Senaquerib del rumor de que Tirjaca, rey de Etiopía, había salido a luchar contra él, volvió a mandar mensajeros a Ezequías, diciendo:
guárdame como a las pupilas de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,
tu justicia es cual los montes más altos, tus juicios como el inmenso abismo. Tú, Señor, salvas a los hombres y a las bestias;
Al maestro de coro. Según 'No destruyas'. Poema de David, cuando huyendo de Saúl se escondió en la cueva
Cuando estoy en la cama pienso en ti, en ti medito en los insomnios de la noche,
te cobijará bajo sus alas y tú te refugiarás bajo sus plumas; su lealtad será para ti escudo y armadura.
¡Ay de los que bajan a Egipto en busca de ayuda!; de los que confían en caballos y ponen su esperanza en el número de sus carros y en la fuerza de sus jinetes, pero no han puesto sus ojos en el Santo de Israel ni han consultado al Señor.
al recibir esta noticia sobre Taraca, rey de Etiopía: 'Ha salido a luchar contra ti'.
Esto dice el Señor: Las riquezas de Egipto y las ganancias de Etiopía y los sabeos, de elevada estatura, pasarán a ti y serán tuyos, te seguirán encadenados, ante ti se postrarán y te suplicarán: Sólo en ti se encuentra Dios; no hay nadie más, no hay otro dios.
Aquel día saldrán mensajeros de parte mía en navíos a sembrar el terror en Etiopía, que se cree segura; el terror invadirá a sus habitantes el día de Egipto; vedle aquí que llega.
Desde allende los ríos de Etiopía vendrán mis adoradores, y mis hijos dispersos me traerán sus ofrendas.
'¡J erusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de las alas y no has querido!
Que el Señor pague tu acción y que tu recompensa sea grande ante el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte'.