para que no se irrite y os veáis perdidos, pues su cólera se inflama en un instante. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!
Hechos 9:20 - Biblia Martin Nieto Y en seguida se puso a predicar en las sinagogas proclamando que Jesús es el Hijo de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que este era el Hijo de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Y enseguida comenzó a predicar acerca de Jesús en las sinagogas, diciendo: «¡Él es verdaderamente el Hijo de Dios!». Biblia Católica (Latinoamericana) y en seguida se fue por las sinagogas proclamando a Jesús como el Hijo de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y enseguida predicaba a Jesús° en las sinagogas: ¡Éste es el Hijo de Dios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 y en seguida predicaba en las sinagogas a Jesús, diciendo que éste era el Hijo de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y luego predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que Éste es el Hijo de Dios. |
para que no se irrite y os veáis perdidos, pues su cólera se inflama en un instante. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!
Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: 'Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.
Confiaba en Dios. Que lo libre ahora, si es que lo ama, puesto que ha dicho: Soy hijo de Dios'.
El centurión, por su parte, y los que con él estaban custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que ocurrían, tuvieron mucho miedo y decían: 'Verdaderamente éste era hijo de Dios'.
El tentador se acercó y le dijo: 'Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.
Natanael le respondió: 'Rabí, tú eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel'. Jesús le contestó:
Los judíos respondieron: 'Nosotros tenemos una ley, y según esa ley debe morir, porque se hace hijo de Dios'.
Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el mesías, el hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
Ellos continuaron su viaje, y de Perge pasaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
Dios la ha cumplido en nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, según está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda libertad: 'A vosotros había que anunciar antes que a nadie la palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos vamos a los paganos.
Al llegar a Salamina, se pusieron a anunciar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como auxiliar.
En Iconio entraron también en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos judíos y paganos abrazaron la fe.
El sábado salimos fuera de la ciudad y fuimos por la orilla del río, donde pensábamos que estaba el lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a hablar con las mujeres que se habían reunido.
Al llegar la noche, los hermanos hicieron partir en seguida a Pablo y a Silas hacia Berea. Así que llegaron, fueron a la sinagoga de los judíos.
Discutía en la sinagoga con los judíos y con los prosélitos, y diariamente en la plaza con los que se encontraba.
Pablo, según su costumbre, se presentó allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las Escrituras,
Llegaron a Éfeso, donde se separó de ellos. Fue a la sinagoga y estuvo discutiendo con los judíos.
Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos.
Pablo entró después en la sinagoga, donde habló con absoluta libertad durante tres meses, discutiendo y esforzándose por convencerlos acerca del reino de Dios.
Continuaron su camino y llegaron a un lugar donde había agua; el eunuco dijo: 'Mira, aquí hay agua; ¿qué impide que me bautice?'.
Saulo cobraba cada vez más ánimo y tenía confundidos a los judíos de Damasco, demostrando que Jesús es el mesías.
constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santificación por su resurrección de la muerte) Jesucristo, nuestro Señor,
y me dio a conocer a su Hijo para que yo lo anunciara entre los paganos, inmediatamente, sin consultar a nadie,
y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el hijo de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como el bronce fundido a fuego.